Nunca los olvidaremos/Nunca os esqueceremos

Versione Completa   Stampa   Cerca   Utenti   Iscriviti     Condividi : FacebookTwitter
Pagine: [1], 2, 3, 4, 5
@Nessuna@
00sabato 1 aprile 2006 08:31

[Modificato da @Nessuna@ 01/04/2006 8.33]

@Nessuna@
00sabato 1 aprile 2006 08:41

Rogito» sobre la vida de Juan Pablo II
Acta en pergamino introducida en su ataúd y leída por monseñor Piero Marini, maestro de las Celebraciones litúrgicas pontificias, el 8 de abril de 2005


En la luz de Cristo resucitado de los muertos, el 2 de abril del año del Señor 2005, a las 21:37 horas, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en el Día del Señor, Octava de Pascua y Domingo de la Divina Misericordia, el querido pastor de la Iglesia, Juan Pablo II, pasó de este mundo al Padre. Toda la Iglesia acompañó en oración su tránsito, especialmente los jóvenes.

Juan Pablo II fue el papa número 264. Su memoria se queda en el corazón de la Iglesia y de toda la humanidad.

Karol Wojtyla, elegido Papa el 16 de octubre de 1978, nació en Wadowice, ciudad a 50 kilómetros de Cracovia, el 18 de mayo de 1920 y fue bautizado dos días más tarde en la iglesia parroquial por el sacerdote Francesco Zak.

A los 9 años recibió la primera Comunión y a los 18 el sacramento de la Confirmación. Al interrumpir los estudios a causa del cierre de la Universidad por parte de las fuerzas de ocupación nazis, trabajó en una cantera y, después, en la fábrica química Solvay.

A partir de 1942, sintiéndose llamado al sacerdocio, estudió en el seminario clandestino de Cracovia. El 1 de noviembre de 1946 recibió la ordenación sacerdotal de manos del cardenal Adam Sapieha. Después fue enviado a Roma, donde se licenció y doctoró en teología, con una tesis que llevaba por título Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce.

Regresó después a Polonia, donde recibió algunas tareas pastorales y enseño las sagradas disciplinas. El 4 de julio de 1958, el Papa Pío XII le nombró obispo auxiliar de Cracovia. Y Pablo VI, en 1964, le destinó a esa misma sede como arzobispo. Como tal intervino en el Concilio Vaticano II. Pablo VI le creó cardenal el 26 de junio de 1967.

En el cónclave fue elegido Papa por los cardenales, el 16 de octubre de 1978, y tomó el nombre de Juan Pablo II. El 22 de octubre, día del Señor, comenzaba solemnemente su ministerio petrino.

El pontificado de Juan Pablo II ha sido uno de los más largos de la Iglesia. En este período, bajo diferentes aspectos, se ha asistido a muchos cambios. Entre los cuales, la caída de algunos regímenes, a la que él mismo contribuyó. Con el objetivo de anunciar el Evangelio realizó muchos viajes a diferentes países.

Juan Pablo II ejerció el ministerio petrino con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías movido por la «sollicitudo omnium ecclesiarum» y por la caridad abierta a toda la humanidad. Más que todos sus predecesores se ha encontrado con el Pueblo de Dios y con los responsables de las naciones, en las celebraciones, en las audiencias generales y en las visitas pastorales.

Su amor por los jóvenes le llevó a comenzar las Jornadas Mundiales de la Juventud, convocando a millones de jóvenes de varias partes del mundo.

Ha promovido con éxito el diálogo con los judíos y con los representantes de las demás religiones, convocándoles en ocasiones en encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís.

Ha ampliado notablemente el Colegio de los cardenales, creando 231 (además de uno «in pectore»). Ha convocado quince asambleas del Sínodo de los Obispos, siete generales ordinarias y ocho especiales. Ha erigido numerosas diócesis y circunscripciones, en particular en el Este de Europa.

Ha reformado los Códigos de Derecho Canónico Occidental y Oriental, ha creado nuevas instituciones y reordenado la Curia Romana.

Como «sacerdos magnus» ha ejercido el ministerio litúrgico en la diócesis de Roma y en todo el orbe, en plena fidelidad al Concilio Vaticano II. Ha promovido de manera ejemplar la vida y la espiritualidad litúrgica y la oración contemplativa, especialmente la adoración eucarística y la oración del santo Rosario (cf. carta apostólica Rosarium Virginis Mariae).

Bajo su guía, la Iglesia se ha acercado al tercer milenio y ha celebrado el Gran Jubileo del año 2000, según las líneas indicadas con la carta apostólica Tertio millennio adveniente. Esta se ha asomado después a la nueva época, recibiendo sus indicaciones en la carta apostólica Novo millennio ineunte, en la que se mostraba a los fieles el camino del tiempo futuro.

Con el Año de la Redención, el Año Mariano y el Año de la Eucaristía, ha promovido la renovación espiritual de la Iglesia. Ha dado un impulso extraordinario a las canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de aliento a los hombres de nuestro tiempo. Ha proclamado doctora de la Iglesia a Santa Teresa del Niño Jesús.

El magisterio doctrinal de Juan Pablo II es muy rico. Custodio del depósito de la fe, se entregó con sabiduría y valentía para promover la doctrina católica, la teología moral y espiritual, y para enfrentarse durante todo su pontificado a las tendencias contrarias a la genuina tradición de la Iglesia.

Entre los documentos principales, se encuentran 14 encíclicas, 15 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones apostólicas, 45 cartas apostólicas, además de las catequesis propuestas en las audiencias generales y de las alocuciones pronunciadas en todas las partes del mundo. Con su enseñanza, Juan Pablo II ha confirmado e iluminado al Pueblo de Dios sobre la doctrina teológica (sobre todo en las primeras tres grandes encíclicas Redemptor hominis, Dives in misericordia, Dominum et vivificantem), antropológica y social (encíclicas Laborem exercens, Sollicitudo rei socialis, Centesimus annus), moral (encíclicas Veritatis splendor, Evangelium vitae), ecuménica (encíclica Ut unum sint), misiológica (encíclica Redemptoris missio), mariológica (encíclica Redemptoris Mater).

Ha promulgado el Catecismo de la Iglesia católica a la luz de la Tradición, autorizadamente interpretada por el Concilio Vaticano II. Ha publicado también algunos volúmenes como doctor privado.

Su magisterio ha culminado en la encíclica Ecclesia de Eucharistia y en la carta apostólica Mane nobiscum Domine, durante el Año de la Eucaristía.

Juan Pablo II ha dejado a todos un testimonio admirable de piedad, de vida santa y de paternidad espiritual.

(Firmas de los testigos de las celebraciones de inhumación…)



CORPUS IOANNIS PAULI II P.M.


@Nessuna@
00domenica 2 aprile 2006 03:04
Plácido Domingo muda agenda para homenagear João Paulo II


O tenor espanhol Plácido Domingo mudou sua agenda de apresentações para poder interpretar amanhã o Réquiem, de Verdi, em memória de João Paulo II no primeiro aniversário de sua morte.
"Eu deveria me apresentar amanhã, em Paris, segundo o calendário que tinha, mas preferi vir a Varsóvia para prestar homenagem ao papa Wojtyla, uma das maiores figuras da história mundial", disse Domingo em entrevista coletiva na Prefeitura da capital polonesa.

"Para mim, é uma honra extraordinária fazer parte daqueles que se inclinam com admiração e amor diante da lembrança de João Paulo II e daqueles que rezarão por seu bem", acrescentou.

Plácido Domingo será acompanhado pela orquestra Toscanini, dirigida por Maurizio Roy, e pelo Coro da Filarmônica Nacional de Varsóvia.


@Nessuna@
00domenica 2 aprile 2006 04:50
@Nessuna@
00domenica 2 aprile 2006 06:33
@Nessuna@
00domenica 2 aprile 2006 20:24


JUAN PABLO II, a un año de su regreso a la Casa del Padre.

2 de Abril (LA SANTA SEDE) - A las 21:37 horas del sábado 2 de Abril del 2005, el Santo Padre Juan Pablo II regresó a la Casa del Padre. El mundo entero lloró y oró por el amado Pastor y Guía de la grey del Señor por casi 27 años.

Karol Józef Wojtyla, conocido como Juan Pablo II desde su elección al Papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.

Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.

Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.

A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del "Teatro Rapsódico", también clandestino.

Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de 1946 de manos del Arzobispo Sapieha.

Seguidamente fue enviado a Roma, donde, bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz (Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce). En aquel período aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.

En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una tesis titulada "Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler". Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Ética Social en el seminario mayor de Cracovia y en la facultad de Teología de Lublin.

El 4 de julio de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo titular de Olmi y Auxiliar de Cracovia. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la Catedral del Wawel (Cracovia), de manos del Arzobispo Eugeniusz Baziak.

El 13 de enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo Cardenal el 26 de junio de 1967, con el título de San Cesareo en Palatio, Diaconía elevada pro illa vice a título presbiteral.

Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución importante en la elaboración de la constitución Gaudium et spes, el Cardenal Wojtyla tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a su pontificado.

Los Cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 264 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años.

Juan Pablo II ejerció su ministerio petrino con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido por la "sollicitudo omnium Ecclesiarum" y por la caridad abierta a toda la humanidad. Realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.

Más que todos sus predecesores se encontró con el pueblo de Dios y con los responsables de las naciones: más de 17’600,000 peregrinos participaron en las 1166 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que el Papa encontró durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se entrevistó durante las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con Primeros Ministros.

Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo. Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados por él en 1994.

Juan Pablo II promovió el diálogo con los judíos y con los representantes de las demás religiones, convocándolos en varias ocasiones a encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís.

Bajo su guía, la Iglesia se acercó al tercer milenio y celebró el Gran Jubileo del año 2000, según las líneas indicadas por él en la carta apostólica Tertio millennio adveniente; y se asomó después a la nueva época, recibiendo sus indicaciones en la carta apostólica Novo millennio ineunte, en la que mostraba a los fieles el camino del tiempo futuro.

Con el Año de la Redención, el Año Mariano y el Año de la Eucaristía, promovió la renovación espiritual de la Iglesia.

Realizó numerosas canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo: celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño Jesús Doctora de la Iglesia.

Amplió notablemente el Colegio Cardenalicio, creando 231 Cardenales (más uno "in pectore", cuyo nombre no se hizo público antes de su muerte) en 9 consistorios. Además, convocó 6 reuniones plenarias del Colegio Cardenalicio.

Presidió 15 Asambleas del Sínodo de los Obispos: 6 generales ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994 y 2001), 1 general extraordinaria (1985) y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 (2) y 1999).

Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas.

Promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica, a la luz de la Revelación, autorizadamente interpretada por el Concilio Vaticano II. Reformó el Código de Derecho Canónico y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales; y reorganizó la Curia Romana.

Publicó también cinco libros como doctor privado: "Cruzando el umbral de la esperanza" (octubre de 1994); "Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal" (noviembre de 1996); "Tríptico romano - Meditaciones", libro de poesías (marzo de 2003); “¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e identidad” (febrero de 2005).

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21:37 horas, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina.

Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.

El 28 de abril, el Santo Padre Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el Cardenal Camillo Ruini, Vicario General para la Diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.


@Nessuna@
00domenica 2 aprile 2006 22:14
Um ano sem João Paulo/ Um año sin Juan Pablo
www.elcomercioperu.com.pe/especiales/papa/index.htm
@Nessuna@
00domenica 2 aprile 2006 23:08
En memoria de Juan Pablo II en el aniversario de su muerte
www.vatican.va/special/anniversario_gpii/documents/inde...
@Nessuna@
00lunedì 3 aprile 2006 06:09
«Foi nosso segundo Pai»: Católicos russos recordam João Paulo II


MOSCOU, domingo, 2 de abril de 2006 (ZENIT.org).- João Paulo II nunca pôde visitar terras russas. Das mais de cem viagens que realizou ao exterior, a Rússia ficou entre um dos anseios que gostaria de ter cumprido. Contudo, isto não impediu que a comunidade católica deste país guardasse por ele um profundo carinho e admiração.

Em uma celebração eucarística que teve um caráter ecumênico, pois a ela assistiram representantes de diferentes confissões e religiões, sacerdotes católicos de rito oriental e diplomatas de diversos países, a comunidade católica russa uniu-se à memória mundial de João Paulo II em seu primeiro aniversário lutuoso.

Desde as 10 da manhã, hora local, a Catedral de Moscou começou a receber as centenas de fiéis que se congregavam para recordar o Sucessor de Pedro. Era um domingo especial.

Adornada em seu interior com imagens da vida do ex-pontífice e em seu exterior com uma imensa fotografia dele, no templo reinava um ambiente de grande carinho para com «nosso segundo Pai», como afetuosamente chamaram-no vários fiéis.

«Deus mandou-nos o homem de que nosso tempo necessitava». Exclamou o arcebispo da Mãe de Deus em Moscou, Dom Tadeusz Kondrusiewicz. «Seu carisma reuniu crentes e não-crentes», e sob sua direção «a Igreja tornou-se mais aberta para todos os cristãos, fiéis de outras religiões e para todas as pessoas de bom coração», afirmou.

Visivelmente emocionado, Dom Kondrusiewicz, recordou a visita que fez a João Paulo II no hospital Gemelli dias antes de morrer, onde, como em outras ocasiões, impressionou-lhe o quão bem o pontífice «conhecia o coração russo».

«Foi um Papa que se esforçou sempre por unir a civilização de nosso mundo com a civilização do amor», mencionou o arcebispo. «Vemos agora o mistério da morte através do mistério da ressurreição». «Vive em Cristo! Vive João Paulo II! Fica conosco e ajuda-nos em nosso caminho», exclamou.

O vice-porta-voz do Conselho da Federação Russa, Aleksander Torshin, afirmou que João Paulo II «foi um grande homem». «Nosso trabalho agora: recordar mais com freqüência seus conselhos. João Paulo II não só amou a Rússia, mas compreendeu sua complexidade, a complexidade de formar uma nova sociedade civil».

Por sua parte o colaborador do Departamento de Relações Exteriores do Patriarcado de Moscou, sacerdote ortodoxo Aleksander Vasyutin, expressou que com João Paulo II surgiu uma nova era de colaboração entre ambas Igrejas.

«Foi um homem que mudou a situação de nosso mundo e aceitou as tradições do oriente. Sua recordação fica não só com os católicos da Rússia, mas com os cristãos de todo o mundo», afirmou o representante da Igreja ortodoxa.

O presidente do Congresso de Organizações e Grupos Religiosos Hebreus na Rússia, rabino Zinobi Kogan, manifestou que João Paulo II «foi um grande líder espiritual do século XX, que salvou o diálogo entre judeus e cristãos, o entendimento entre eles e nos inspirou para trabalhar pela melhora de nosso mundo».

«O 2 de abril ficará sempre como Dia de João Paulo II», agregou.

A celebração durou pouco mais de duas horas. Para o arcebispo Kondruziewicz, os fiéis na Rússia continuarão congregando-se para recordar um Papa que lhes é muito próximo.

«É um exemplo para nós, para nossa fé católica», afirmava Buragyavikaya Yadiviga, uma das presentes.

«Ele realizou uma espécie de perdão em minha vida; tanto que agora é difícil pensar-me sem o cristianismo. Creio que graças a ele muita gente aproximou-se da Igreja Católica», manifestava Evguenya Pokrovckaya.

«De João Paulo II o que posso dizer... sou polonês, é meu compatriota. Para mim fez muitas coisas boas, entre elas um mundo mais democrático», assegura Edislav Malitski.

«Por sorte do destino, estive em um encontro pessoal com o Papa, e posso dizer que foi um momento de mudança completa em minha vida. Por que nessa visita, ele (João Paulo II) se aproximou especialmente de mim e conversou comigo 7 minutos! Naquele momento não sabia, agora sei», comenta a Zenit Vladimir Lolikov.

«Ele foi um mestre, ensinou-nos a amar a Deus. Lamento sua morte. Contudo, sempre ficará conosco», diz a jovem Irina Karkalova.

Como parte da memória de João Paulo II, às 21h37, hora de Moscou, os fiéis acenderiam em seus lares uma vela em honra do falecido pontífice.

@Nessuna@
00lunedì 3 aprile 2006 08:09
Artista português homenageia João Paulo II com tela gigante


Portugal, 31/3/2006 - 14:02


Uma tela com 3 metros de altura e 2 de largura foi a forma encontrada por Marcos Muge para homenagear João Paulo II, o Papa de Fátima, no primeiro aniversário do seu falecimento.

A pintura a óleo retrata a Virgem de Fátima, o Papa Wojtyla e a Ir. Lúcia, num olhar dirigido “a partir da análise do segredo de Fátima”, como refere à Agência Ecclesia o artista.

O trabalho levou pouco mais de um mês a ser concluído, sendo originalmente pensado para um espaço eclesial. “Quando as pessoas fazem aquilo de que gostam, as coisas saem com espontaneidade”, explica Marcos Muge.

Na imagem, João Paulo II aparece de joelhos rezando, como forma de recordar “os momentos de oração, na sua passagem por Fátima, bem como a primeira visita da imagem da Virgem ao Vaticano”.

A escolha das cores relaciona-se, segundo o autor, com as aparições na Cova da Iria, em que a Senhora surgiu “mais brilhante do que o sol”, mas também com “o fogo que João Paulo II atravessou ao longo do seu pontificado”.

Marcos Muge, de 37 anos, é um artista plástico que se dedica a uma ampla gama de atividades, desde o restauro de azulejos, de telas e de frescos até à criação de peças de arte, onde se inclui a cerâmica artística, a pintura (óleos, acrílicos, azulejos, o fresco, o mural e outras), tanto de cariz clássico como moderno.

Na técnica de pintura a fresco, é mesmo um dos raros artistas atuais que promove essa técnica em trabalhos modernos, tendo ainda recentemente efetuado uma pintura nova numa capela da região de Aveiro, para além de ter restaurado um outro fresco na igreja de Esgueira.
“Acredito que, nas igrejas, seria interessante reintroduzir o valor das pinturas a fresco, que têm uma plasticidade ímpar”, refere.

Em 2005, Marcos Muge assinalou 20 anos de actividade artística com uma exposição onde irá apresentar pintura a óleo, sobre telas de grandes dimensões e com temática moderna, e originais peças de cerâmica artística.





Fonte: Agência Ecclesia
@Nessuna@
00lunedì 3 aprile 2006 08:22
Há um ano morria João Paulo II
02 de Abril de 2006





Vaticano: Há um ano morria João Paulo II

Milhares de católicos reuniram-se neste domingo no Vaticano e em várias partes do mundo para lembrar um ano de morte do papa João Paulo II. Já no sábado, centenas de fiéis passaram pelo túmulo de Karol Wojtyla, a maioria de poloneses com bandeiras do país onde nasceu Sua Santidade. O papa Bento XVI rezou terço em memória de seu antecessor às 17h37 (horário de Brasília), hora do falecimento no ano passado. Houve missas na Catedral de São Pedro durante todo o dia e várias cerimônias religiosas no Castel Gandolfo, residência de verão dos papas.

Na Polônia, autoridades locais organizaram vários eventos para lembrar o papa morto. Um dos mais divulgados é o concerto no Grande Palácio da Ópera em Varsóvia, com a presença do tenor Plácido Domingo e a Orquestra Filarmônica Nacional.

Na Rússia, católicos homenagearam o papa João Paulo II em uma cerimônia religiosa realizada na catedral da Imaculada Conceição de Moscou. Cerca de 600 pessoas acompanharam a missa rezada pelo arcebispo católico da capital russa, Tadeusz Kondrusiewicz, que antes do ato acendeu uma vela diante do retrato de Karol Wojtyla, o primeiro papa polonês da história da Igreja.



Durante a missa, o arcebispo disse: "O falecido papa rezava pela Rússia e pretendia com todo sua alma fomentar as relações com a sociedade russa e, especialmente, com a Igreja Ortodoxa Russa". O arcebispo destacou que após a queda da União Soviética o papa estabeleceu as relações diplomáticas entre o Vaticano e a nova Rússia

Veja Online
@Nessuna@
00lunedì 3 aprile 2006 22:47
@Nessuna@
00venerdì 7 aprile 2006 02:40
CHERNPBYL
www7.nationalgeographic.com/ngm/0604/sights_n_sounds/in...



Nota: Fotoomantage, narrada en ingles, pero vale la pena verla.
@Nessuna@
00lunedì 10 aprile 2006 07:47

DIEZ AÑOS DESPUÉS DEL GENOCIDIO


RUANDA: CICATRICES QUE HABLAN

En tres meses, el país más densamente poblado de África perdió más del 20 por ciento de sus habitantes

"Estoy seguro de que habría habido más reacción si alguien hubiese tratado de exterminar a los 300 gorilas que viven en las montañas de Ruanda". Esta dura y contundente afirmación salió, hace escasas semanas, de los labios del general canadiense Romeo Dallaire, mando superior de las tropas que Naciones Unidas envió a Ruanda para intentar poner fin a los sangrientos enfrentamientos entre hutus y tutsis, que durante décadas habían teñido de sangre la historia de este país del centro de África.
Pero no se trataba de gorilas sino de cientos de miles de personas –casi un millón- que murieron víctimas del odio étnico, ante la falta de respuesta de la comunidad internacional. Y de cerca de 1.200.000 que tuvieron que abandonar sus hogares, dejando atrás toda una vida, huyendo de la brutalidad de sus propios semejantes.
El próximo 6 de abril se conmemora el décimo aniversario de una de las matanzas más feroces que se recuerdan en el mundo, que dejó malherida a una nación, que todavía hoy, habla a través de sus cicatrices.

Antecedentes y consecuencias
En las primera semanas de la pcrimavera de 1994, las imágenes del horror y la violencia inundaron las pantallas y las portadas de los medios de comunicación de todo el mundo. En Ruanda, el pequeño país "de las mil colinas", se empezaba a escribir una de las páginas más trágicas de la historia del mundo, un genocidio que hoy muchos reconocen que podría haberse evitado, de no haber sido por la pasividad internacional.
La población de Ruanda, cercana a los 9 millones de habitantes, está compuesta principalmente por dos grupos étnicos enfrentados durante décadas: la mayoría hutu (85 por ciento) y una minoría tutsi (14 por ciento), a los que hay que sumar el uno por ciento formado por los pigmeos twa, los más olvidados y marginados.
Aquel 6 de abril de 1994 un misil derribó en pleno vuelo el avión que trasladaba a Juvenal Habyarimana y a Cyprien Ntaryamira, presidentes respectivamente de Ruanda y Burundi, las dos naciones africanas más afectadas por la violencia étnica entre tutsis y hutus. La respuesta de las milicias presidenciales ruandesas, pertenecientes a la etnia hutu, no se hizo esperar.
Durante casi cien días, en una campaña de terror perfectamente organizada y –según muchos- planeada de antemano, se sucedieron las matanzas, mutilaciones y violaciones, que dejaron centenares de miles de víctimas entre los miembros de la etnia tutsi y entre los hutus moderados, opuestos a la dictadura de Habyarimana, quien se alzó con el poder en 1973, tras un golpe de estado, y durante más de dos décadas sometió con dureza a la oposición y sumió al país en la miseria.
En tres meses, el país más densamente poblado de África perdió más del 20 por ciento de sus habitantes. En los años posteriores a la matanza, se encontraron miles de fosas comunes donde se hacinaban los cadáveres de las víctimas de la masacre. Aquéllos que salvaron sus vidas sufren todavía las secuelas del cruel genocidio.
En Ruanda hay cientos de miles de niños huérfanos, que viven en circunstancias extremas. Son niños marginados que luchan por sobrevivir sin el apoyo de los adultos. Algunas organizaciones humanitarias estiman que la cifra de pequeños que viven en hogares carentes de la supervisión de un adulto ronda los 300 mil. Su situación les hace más vulnerables a la pobreza y la explotación.
También la población femenina continúa padeciendo diez años después las consecuencias de las atrocidades cometidas durante los meses de terror. Muchas mujeres, cerca de medio millón, fueron sistemáticamente violadas y usadas como arma de guerra. Algunas de ellas, la mayoría, sufren todavía graves secuelas psicológicas. Otras murieron víctimas del SIDA y de diversas enfermedades venéreas.
Sobre ellas, que en algunos lugares del país suponen más de 65 por ciento de la población, ha recaído la parte más dura del proceso de reconstrucción de la nación. De su esfuerzo diario depende sacar adelante sus hogares y sus hijos. Proliferan las familias monoparentales cuyas mujeres se esfuerzan por sobrevivir en un país con un elevado índice de pobreza (Ruanda ocupa el puesto 158 de 175 en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas publicado en 2003).

Heridas abiertas
En abril de 2004, Ruanda vive una paz tensa bajo la presidencia de Paul Kagame, que ejerce un poder absoluto.
"La gente intenta, si no está contenta, callarse. Saben que es mejor para ellos no quejarse", afirma una misionera que atiende un proyecto financiado por Manos Unidas, que prefiere mantenerse en el anonimato porque "no sé cómo lo hacen, pero se enteran de todo. Y así corremos peligro".
Esta mujer fue testigo directo de la barbarie. Su congregación permaneció ayudando a los afectados hasta mediados de aquel fatídico mes de abril, cuando recibieron la orden de abandonar el país. "Fueron días muy duros", recuerda, mientras afirma que el genocidio no empezó con la guerra. Ni acabó días después. "Todavía hoy siguen enterrándose restos humanos".
Aunque la población intenta salir poco a poco de la pesadilla, vive con miedo. Es mucho el dolor y la rabia acumulada. Las lesiones físicas han cicatrizado, pero todavía están abiertas las heridas del corazón.
"Las heridas están ahí y ahora se vuelven a revivir con la conmemoración". De esta manera, el gobierno del tutsi Kagame, intenta mantener vivo el recuerdo. "No quieren que se borre, quieren que esté en la memoria ahora, y dentro de cincuenta años". "Hoy mismo, nos han requisado la ambulancia para el desfile", porque que la asistencia al desfile sea masiva.
Semejante barbarie escapa a la comprensión de la mayor parte de los seres humanos; incluso aquéllos que llevan años conviviendo con "esta buena gente", no pueden explicarlo. Todavía hay represalias contra los hutus. Si alguno alcanza un puesto con algún poder "enseguida viene alguien a quitárselo". "No sabes cómo entenderlo…"

Manos Unidas en Ruanda
Manos Unidas lleva más de 20 años apoyando proyectos de desarrollo en Ruanda. Allí desarrollan su labor numerosos misioneros y misioneras, que asistieron con horror a las matanzas, antes de verse obligados a abandonar el país. Muchos de ellos unieron su suerte a las de los desplazados y acudieron a prestar ayuda y consuelo en los campos de refugiados establecidos en los países vecinos. Otros volvieron a España. Pero meses después, la mayoría volvieron allí, donde más se les necesitaba.
En los últimos diez años, Manos Unidas ha apoyado y financiado 70 proyectos en Ruanda por valor de 3.364.168,13 euros.
Con este recordatorio de unos hechos que nunca debieron tener lugar, Manos Unidas se suma a las palabras que hace tan solo unos días pronunció Kofi Annan, Secretario General de Naciones Unidas, en la conferencia conmemorativa del genocidio de Ruanda.
"Unámonos como no lo hicimos hace diez años y enviemos con este minuto (de silencio) un mensaje de remordimiento que nos recuerde que no podemos permitir nunca que ocurra una tragedia igual".


Manos Unidas 2004

[Modificato da @Nessuna@ 10/04/2006 7.48]

@Nessuna@
00giovedì 13 aprile 2006 01:36
11 de setiembre
Setiembre 13
"El mal y la muerte no tienen la última palabra", señala Papa Juan Pablo II

Roma, 13 (NE - eclesiales.org) El Papa Juan Pablo II dedicó ayer la audiencia general de los miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro, a la tragedia que tuvo lugar el día martes en Estados Unidos. En sus palabras a los peregrinos, el Papa expresó también su cercanía espiritual a los heridos y a las familias de las víctimas. "No puedo iniciar esta audiencia sin expresar profundo dolor por los ataques terroristas que en la jornada de ayer han ensangrentado Estados Unidos, causando miles de víctimas y numerosísimos heridos. Expreso mi más vivo pésame al presidente de los Estados Unidos y a todos los ciudadanos americanos. Ante eventos tan horribles no se puede sino permanecer profundamente afligidos. Me uno a los que en estas horas han expresado su condena indignada, reafirmando con fuerza que las vías de la violencia nunca conducen a verdaderas soluciones de los problemas de la humanidad," señaló el Pontífice.

"Ayer fue un día oscuro en la historia de la humanidad, una terrible afrenta a la dignidad del hombre. Apenas recibida la noticia, seguí intensamente el desarrollo de la situación, elevando al Señor mi urgente oración. ¿Cómo se pueden verificar episodios de tan salvaje crueldad? El corazón del hombre es un abismo del que emergen a veces designios de ferocidad inaudita, capaces de trastornar en un momento la vida serena y laboriosa de un pueblo. Pero la fe viene a nuestro encuentro en estos momentos en los que cualquier comentario es inadecuado. La palabra de Cristo es la única que puede dar una respuesta a los interrogantes que se agitan en nuestro ánimo. Si la fuerza de las tinieblas parece prevalecer, el creyente sabe que el mal y la muerte no tienen la última palabra. Aquí descansa la esperanza cristiana; aquí se alimenta, en este momento, nuestra oración confiada."

"Me dirijo con afecto al amado pueblo de los Estados Unidos en esta hora de angustia y de espanto, en el que se pone a dura prueba la valentía de tantos hombres y mujeres de buena voluntad", añadió el Papa. Antes de terminar la audiencia se rezó por las Iglesias de Oriente y de Occidente, y en particular, por la Iglesia en los Estados Unidos y por los responsables de las naciones "para que no se dejen dominar por el odio y por el espíritu de retorsión, hagan todo lo posible por evitar que las armas de destrucción siembren nuevo odio y nueva muerte y se esfuercen por iluminar la oscuridad de las vicisitudes humanas con obras de paz".
stella benedetta
00lunedì 17 aprile 2006 03:30
Bellisimo homenaje a un año de su regreso a la casa del PADRE.(2-4-2005)

66.49.246.193/pellerinfh/PopeJohnPaulII_files/PopeJohnPau...

@Nessuna@
00sabato 22 aprile 2006 05:18
Alemanha abre arquivos secretos do Holocausto
sexta-feira, 21/04/2006, 16h27
Papéis contêm detalhes de perseguições da Gestapo e SS durante regime
· Leia o texto na íntegra
tv.terra.com.br/home.aspx?channel=100&play=1&contentid=131726
@Nessuna@
00domenica 23 aprile 2006 21:38
Chernobyl: disputan cifra de muertes

La tragedia de Chernobyl fue el peor accidente nuclear de la historia.
news8.thdo.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_4918000/491...
@Nessuna@
00martedì 25 aprile 2006 03:50
26/09/2002

20 anos do massacre de Sabra e Chatila: impossível esquecer

Esta semana, ao analisarmos o cenário político internacional e do Oriente Médio, teríamos três possibilidades de artigos a escrever: 1. continuar a analisar a iminência da guerra no golfo, comentando inclusive a doutrina Bush de soberania militar; 2. a volta do cerco ao quartel general de Arafat da ANP, que volta a ficar delicado e 3. comentar sobre o transcurso de 20 anos do massacre de Sabra e Chatila. Não tive dúvidas. Devemos lembrar aquele massacre contra o povo palestino.

O dia era 16 de setembro de 1982. No Brasil vivíamos um clima de luta pela volta da democracia e dois meses depois teríamos as primeiras eleições diretas para governador (15 de novembro) desde 1966, praticamente fechando o ciclo militar pós-64. Assim que soubemos das notícias que nos chegaram do Oriente Médio, fomos para as ruas em várias cidades brasileiras, junto com a comunidade árabe. Minha militância mais engajada na causa árabe e palestina tem início particularmente nesse momento, na cidade de Campinas.
A invasão do Líbano pelo exército israelense deu-se no dia 6 de junho e foi comandada pessoalmente pelo atual primeiro ministro de Israel, Ariel Sharon. Na época ele ocupava a pasta de ministro da Defesa. Sharon já era general e comandou as tropas que tinham como objetivo destruir núcleos de apoio à OLP em diversos acampamentos de refugiados palestinos no Líbano. Algumas pessoas chegaram a imaginar que os exércitos israelenses marchariam até a capital, Beirute, e até enfrentariam os exércitos sírios que estavam estacionados na capital. Chegaram perto e depois recuaram. Ficaram restritos ao sul do país. O presidente libanês, o cristão Bachir Gemayel, havia sido recentemente assassinado em um atentado.
O massacre propriamente dito não foi perpetrado diretamente por Sharon e seus soldados, mas foi apoiado e supervisionado diretamente por ele, que, do alto de um prédio de sete andares na entrada do acampamento de Chatila, observou e controlou toda a operação. Esta foi praticada pelas falanges cristãs libanesas, de extrema direita e pró-sionistas e apoiadas por Israel. Durante três dias e noites seguidas, tudo que se movia foi abatido a tiros de fuzil, fossem homens, mulheres, crianças ou velhos.

As estimativas da ONU, da Cruz Vermelha Internacional e de autores de livros, jornalistas e observadores internacionais isentos, foi de que nesse massacre foram assassinados, por baixo, 3 mil palestinos, especialmente velhos, mulheres e crianças. Muitos foram mortos com tiros à queima roupa e por golpes de baioneta, transpassando ventres de mulheres grávidas e crianças.

Nesses 20 anos que se passaram, uma geração inteira de palestinos aguarda que a justiça seja feita. Imediatamente, a reação do mundo inteiro se fez ouvir. Até mesmo dentro de Israel uma comissão de investigação foi formada para apurar os fatos macabros. Um juiz, chamado Yitzhak Kahane, presidiu os inquéritos contra Sharon, que acabou sendo destituído do seu cargo de ministro da Defesa de seu país. Três anos depois de tudo o que foi investigado, ficou comprovado, de forma definitiva, a responsabilidade de Sharon pelos acontecimentos. No entanto, como os episódios ocorreram fora das fronteiras de Israel, e Sharon nada sofreu.

Aos palestinos, coube apenas enterrarem seus mortos e logo depois acabariam sendo expulsos do Líbano, a pedido do governo e estabeleceram-se nas capitais Tunis e Argel, respectivamente, da Tunísia e da Argélia. Saíram do Líbano como heróis que lutam pelo seu povo, não só o palestino, mas árabe em geral. Vivem como se fossem os judeus da segunda guerra mundial. (1)

De lá para cá uma série de tentativas de levar Sharon às barras dos tribunais não obteve sucesso. A tentativa que o mundo depositava maior esperança, foi a levada a cabo nos tribunais belgas, pois a Bélgica vem sendo o único país que aceita julgar ações sobre massacres e violações de direitos humanos cometidos por qualquer pessoa em qualquer país do mundo.

Um grupo de sobreviventes do massacre de Sabra e Chatila ingressou com uma ação pedindo o julgamento de Sharon como responsável pelo massacre. A acusação era de que ele teria de ser julgado como criminoso de guerra. Uma reviravolta ocorreu no caso, às vésperas do julgamento. A principal testemunha, um dos autores do massacre, Elie Hobeika, das falanges cristãs libanesas, foi assassinado em janeiro deste ano no Líbano, muito provavelmente pelos agentes do Mossad, polícia secreta de Israel. Mas uma segunda reviravolta ocorreria no julgamento. No mês de junho, conforme já comentamos nesta coluna, um tribunal belga determinou que as leis da Bélgica não mais poderiam ser aplicadas a pessoas que estejam fora do país. Assim, Sharon acabou sagrando-se vitorioso em função dessas decisões.

Mesmo tendo passado 20 anos desse mais horrendo episódio da segunda metade do século XX, até hoje a justiça ainda não se fez para os palestinos e suas famílias. Continuamos aguardando a justiça. E, apesar de todo boicote da mídia, do cerco aos que lutam contra as injustiças e que querem um mundo melhor, 123 países membros da ONU reconhecem esse massacre como um genocídio de um povo. A resolução da ONU que a interpreta dessa forma teve algumas abstenções - pelo menos Israel e os EUA - mas, ninguém teve o descaramento de votar contra.

Se é verdade que não devemos esquecer os milhões de judeus que foram vítimas de assassinato e perseguições dos nazistas, também não podemos esquecer das vítimas que os judeus fazem nos dias de hoje. Se as forças democráticas que venceram a II Grande Guerra tiveram condições políticas de instaurar um tribunal para julgar os carrascos nazistas, também um dia instalaremos o nosso tribunal em Jerusalém, para julgar os carrascos sionistas que perpetraram e continuam perpetrando tantos massacres e impondo um imenso sofrimento ao povo palestino.
_____
Nota
(1) Extraio esta frase do título do livro que comentarei na semana que vem, Palestinos, judeus da terceira guerra mundial, do brasileiro Fausto Wolf, que na sua segunda edição, comenta o massacre de Sabra e Chatila em um adendo, pois o mesmo fora lançado em maio, antes do massacre.




O livro da Semana: Palestinos em busca da pátria (1)

O livro que recomendamos esta semana é simples e indicado para aqueles que ainda não têm maiores conhecimentos sobre o Oriente Médio e especialmente sobre o conflito dos israelenses com os palestinos, em especial desde 1948, quando o Estado de Israel foi criado pela ONU.

Seu autor é historiador, mas também é escritor e jornalista. Apesar do nome árabe, é nascido no Brasil, descendente de libaneses. Trabalhou como jornalista em periódicos brasileiros, na Europa e também no próprio Oriente Médio. Tem diversos livros publicados por outras editoras, tratando da temática do mundo árabe e palestino. Como escritor, ganhou o prêmio Jabuti em literatura juvenil, outorgado pela Câmara Brasileira do Livro - CBL, pela obra "A morte na selva". Pela mesma editora Ática, nosso autor indicado da semana tem outras obras: "A guerra civil espanhola" e "A segunda guerra mundial".

A estrutura da obra propõe-se a contar a trajetória do povo palestino desde os primórdios, na antiguidade. Passa pela idade média e chega ao século XX, onde os acontecimentos e os conflitos se agravam, em especial da segunda metade para cá, pelas guerras dos árabes contra os israelenses.

Na antiguidade, o autor mostra a formação da Palestina e sua ocupação por um conjunto de povos que construíram seus impérios sempre dominando aquela região do mundo. Trata em especial do império romano e da islamização da região a partir de Mohhamad no século VII. Aborda o império turco, com as mudanças no califado a partir do século XV até o século XX.

Ainda que pequeno e de fácil leitura, o autor não deixa escapar nenhum acontecimento e episódio de importância histórica, a registrar: a questão da terra "prometida"; o movimento sionista; a organização dos palestinos desde o início e a criação da OLP; terrorismo; as guerras no Oriente Médio; a tragédia da guerra civil libanesa; e a Intifada (a primeira).

Claro que por ser escrito em 1994 (e publicado em 1995), o livro não aborda os últimos acontecimentos, que, aliás, só podem ser entendidos pelos nossos leitores a partir de leituras sistemáticas e diárias de jornais brasileiros e europeus, em especial o "Le Monde Diplomatique", em francês, ao qual recomendamos, pois não temos livros tão recentes que mostram os acontecimentos a partir da segunda intifada.
Fica a recomendação desta pequena obra para-didática aos nossos leitores.
_______
Nota
(1) YAZBEK, Mustafá. Palestinos em busca da paz. São Paulo: Ática, 1995. 64 páginas. R$10,90.



O artigo que indicamos da semana

Nos últimos tempos, a Internet vem sendo bombardeada com textos e documentos de críticas e ataques às posições belicistas do império do norte. Publicamos em nossa coluna do dia 5 de setembro passado, a carta do bispo de Boston, Bernard Law. Desta feita, trazemos aos nossos leitores uma carta de um tenente-coronel da reserva da força aérea norte-americana que realizou 101 operações de combate na época da guerra do Vietnã. Trata-se de Robert Bowman, bispo da United Catholic Church (Igreja Católica Unida), na cidade de Melbourne Beach, Flórida. É um documento contundente, que vale a pena ser lido, ainda que não trate diretamente sobre o Oriente Médio. Tem um conteúdo parecido com o das críticas do bispo católico de Boston.

"Senhor Presidente:

Conte a verdade ao povo, Sr. Presidente, sobre terrorismo. Se as ilusões acerca do terrorismo não forem desfeitas, então a ameaça continuará até nos destruir completamente. A verdade é que nenhuma das nossas milhares de armas nucleares pode nos proteger dessas ameaças. Nenhum sistema "Guerra nas Estrelas" (não importa quão tecnicamente avançado seja, nem quantos trilhões de dólares sejam despejados nele) poderá nos proteger de uma arma nuclear trazida num barco, avião, valise ou carro alugado.

Nenhuma arma sequer do nosso vasto arsenal, nem um centavo sequer dos US$ 270.000.000.000,00 (isso mesmo, duzentos e setenta bilhões de dólares) gastos por ano no chamado "sistema de defesa" pode evitar uma bomba terrorista. Isto é um fato militar.

Como tenente-coronel reformado e freqüente conferencista em assuntos de segurança nacional, sempre tenho citado o salmo 33: "Um rei não é salvo pelo seu poderoso exército, assim como um guerreiro não é salvo por sua enorme força".

A reação óbvia é: "Então o que podemos fazer? Não existe nada que possamos fazer para garantir a segurança do nosso povo?" Existe. Mas para entender isso, precisamos saber a verdade sobre a ameaça.

Sr. Presidente, o senhor não contou ao povo americano a verdade sobre o porquê de sermos alvo do terrorismo, quando explicou por que bombardearíamos o Afeganistão e o Sudão. O senhor disse que somos alvo do terrorismo porque defendemos a democracia, a liberdade e os direitos humanos no mundo. Que absurdo Sr. Presidente!

Somos alvo dos terroristas porque, na maior parte do mundo, nosso governo defendeu a ditadura, a escravidão e a exploração humana. Somos alvo dos terroristas porque somos odiados. E somos odiados porque nosso governo fez coisas odiosas.

Em quantos países agentes do nosso governo depuseram líderes popularmente eleitos, substituindo-os por militares ditadores, marionetes desejosas de vender seu próprio povo a corporações americanas multinacionais?

Fizemos isso no Irã quando os Marines e a CIA depuseram Mossadegh porque ele tinha a intenção de nacionalizar a indústria de petróleo. Nós o substituímos pelo Xá Reza Pahlevi e armamos, treinamos e pagamos a sua odiada guarda nacional Savak, que escravizou e brutalizou o povo iraniano para proteger o interesse financeiro de nossas companhias de petróleo. Depois disso, será difícil imaginar que existam pessoas no Irã que nos odeiem?

Fizemos isso no Chile. Fizemos isso no Vietnã. Mais recentemente tentamos fazê-lo no Iraque. E, é claro, quantas vezes fizemos isso na Nicarágua e outras repúblicas na América Latina? Inclusive no Brasil em 1964 e mais recentemente na Venezuela!!!!

Uma vez atrás da outra, temos destituído líderes populares que desejavam que as riquezas da sua terra fossem repartidas pelo povo que as gerou. Nós os substituímos por tiranos assassinos que venderiam o seu próprio povo para que, mediante o pagamento de vultosas propinas para engordar suas contas particulares, a riqueza de sua própria terra pudesse ser tomada por similares a Domino Sugar, a United Fruit Company, a Folgers e por aí vai.

De país em país, nosso governo obstruiu a democracia, sufocou a liberdade e pisoteou os direitos humanos. É por isso que somos odiados ao redor do mundo. E é por isso que somos alvo dos terroristas.
O povo do Canadá desfruta da democracia, da liberdade e dos direitos humanos, assim como o povo da Noruega e da Suécia. O senhor já ouviu falar de embaixadas canadenses, norueguesas ou suecas sendo bombardeadas?

Nós não somos odiados porque praticamos a democracia, a liberdade e os direitos humanos. Nós somos odiados porque nosso governo nega essas coisas aos povos dos países de terceiro mundo, cujos recursos são cobiçados por nossas corporações multinacionais.

Esse ódio que semeamos virou-se contra nós para nos assombrar na forma de terrorismo e, no futuro, terrorismo nuclear. Uma vez dita a verdade sobre o porquê da ameaça existir e ter sido entendida, a solução torna-se óbvia.

Nós precisamos mudar nossas práticas. Livrarmo-nos de nossas armas nucleares (unilateralmente, se necessário) irá melhorar nossa segurança. Alterar drasticamente nossa política externa irá assegurá-la.

Em vez de enviar nossos filhos e filhas ao redor do mundo para matar árabes de modo que possamos ter o petróleo que existe sob suas areias, deveríamos mandá-los para reconstruir sua infra-estrutura, fornecer água limpa e alimentar crianças famintas.

Em vez de continuar a matar milhares de crianças iraquianas todos os dias com nossas sanções econômicas, deveríamos ajudar os iraquianos a reconstruir suas usinas elétricas, suas estações de tratamento de água, seus hospitais e todas as outras coisas que destruímos e impedimo-los de reconstruir com sanções econômicas.

Em vez de treinar terroristas e esquadrões da morte, deveríamos fechar a Escola das Américas. Em vez de sustentar a revolta, a desestabilização, o assassínio e o terror em redor do mundo, deveríamos abolir a CIA e dar o dinheiro gasto por ela a agências de assistência.

Resumindo, deveríamos ser bons em vez de maus. Quem iria tentar nos deter? Quem iria nos odiar? Quem iria querer nos bombardear? Essa é a verdade, Sr. Presidente. É isso que o povo americano precisa ouvir."



@Nessuna@
00mercoledì 26 aprile 2006 23:12
Chernóbil enseña el respeto del hombre y de la naturaleza, asegura el Papa


CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 26 abril 2006 (ZENIT.org).- Al cumplirse los veinte años de la catástrofe en la central nuclear de Chernóbil (antigua Unión Soviética, hoy Ucrania), la mayor de la historia de la energía atómica, Benedicto XVI constató que la paz exige el respeto del hombre y la naturaleza.

Al final de la audiencia general de este miércoles, el Santo Padre hizo un llamamiento a los responsables de las naciones «para que con un esfuerzo conjunto se ponga toda energía al servicio de la paz, en el respeto de las exigencias del hombre y de la naturaleza».

Al dirigirse a los cincuenta mil peregrinos presentes en la plaza de San Pedro el Papa pidió seguir rezando «por las víctimas de una calamidad de una amplitud tan grande y por quienes lleven sus huellas en sus cuerpos».

Al mismo tiempo, expresó su aprecio «a las familias, a las asociaciones, a las administraciones civiles y a las comunidades cristianas que, en el transcurso de estos años, se han dedicado a acoger y curar a adultos y en especial a niños afectados por las consecuencias de aquel doloroso acontecimiento».

La central, cuya avería fue provocada por una conjunción de errores humanos, técnicos y de construcción, esparció hasta 200 toneladas de material fusible con una radiactividad
@Nessuna@
00sabato 29 aprile 2006 02:28












[Modificato da @Nessuna@ 29/06/2006 7.51]

@Nessuna@
00domenica 7 maggio 2006 02:34
4 de outubro de 1978
A morte
no 34º dia
Por todas as partes, a mesma
incredulidade ante a notícia
de que morreu João Paulo I,
o papa sorridente que mal
iniciava seu pontificado


Apagou-se, tão rápido como surgiu para o mundo, o sorriso de João Paulo I, o 261º papa dos 700 milhões de católicos. Mal iniciava o seu 34º dia de pontificado, por volta das 23 horas de quinta-feira da semana passada, quando morreu de um enfarte agudo do miocárdio. Segundo informa o comunicado oficial do Vaticano, o primeiro a saber de sua morte foi seu secretário particular, às 5h30 da manhã de sexta-feira. Nessa hora, habitualmente, os dois se encontravam na capela, para a missa de todos os dias. Como João Paulo I não aparecesse, o secretário, padre Magee, foi procurá-lo em seu quarto. As luzes estavam acesas, o papa recostado em seu leito. Ao lado, um volume de "A Imitação de Cristo", livro de meditações do século XV.

A surpresa, comparável à de sua escolha no primeiro dia do conclave para escolha do sucessor de Paulo VI, a 26 de agosto, logo se transformaria em incredulidade, onde quer que chegasse a notícia. "Estou arrasado", diria em Madri o cardeal espanhol dom Vicente Henrique y Tarancón. "Recebo esta notícia como uma catástrofe", diria no Rio de Janeiro o cardeal brasileiro dom Eugênio Salles. "Não é possível, não pode ser", repetiam, na praça São Pedro, os fiéis alertados pelos sinos das igrejas romanas. Ali, no correr do dia, uma fila silenciosa se estendia desde o lado direito das colunas de Bernini até a Via Della Conciliazione, 500 metros depois. Era preciso esperar no mínimo três horas para ver o corpo do pontífice, vestido com os trajes rituais: hábito branco sob o manto vermelho, sapatos vermelhos, o pálio de lã branca com cruzes pretas sobre os ombros, a mitra na cabeça. Entre as mãos, o rosário. Sob o braço esquerdo, a cruz pastoral. Atrás do catafalco, um crucifixo e um grande círio.

ADIAMENTOS - Mais que tudo, a boca entreaberta, o rosto com uma expressão serena mas não sorridente, comprovavam a morte de dom Albino Luciani, papa João Paulo I, aos 65 anos de idade (completaria 66 no próximo dia 17). "É muito comum morrer de crise cardíaca em nossa família", informaria uma sua prima, Agnes Lacotte, residente no interior da França. Reforçava-se, assim, outra informação familiar, dada ainda em agosto por uma sobrinha, Pia - "sua saúde sempre foi motivo de preocupação". Ele próprio, na última audiência pública, na quarta-feira, afirmou a um grupo de enfermos: "Não se preocupem. Eu, que já sofri quatro cirurgias, sinto-me agora muito melhor".

Contudo, não teria sido em conseqüência de qualquer dessas operações - a mais grave delas motivada por uma doença pulmonar - que o papa morreu. A causa, na opinião da maioria dos médicos ouvidos em varios países, talvez seja o stress, o esgotamento, confirmado por uma queixa de João Paulo I, no início da semana. Na ocasião, conversando com colaboradores, ele teria comentado, bem ao seu estilo, que gostaria de contar com uma máquina de leitura, como há as máquinas de escrever. De fato, seu dia normal de trabalho era longo - começava às 5h30, com a missa e as orações matinais, e só ia terminar dezesseis horas depois, com as leituras e orações da noite. Na manhã da quinta-feira em que morreu, por exemplo, recebeu várias personalidades em audiência - entre elas o núncio apostólico no Brasil, dom Carmine Rocco, e o cardeal Bernardin Gantin, presidente da Comissão de Justiça e Paz. Depois do almoço, ficou a tarde toda em conferência com o cardeal Jean Villot, seu secretário de Estado e última pessoa a vê-lo com vida.

Para a maioria dos católicos, no entanto, a saúde precária ou o cansaço físico de João Paulo I eram absolutamente desconhecidos e inimagináveis. Sob sua aprovação, comunicada a diferentes bispos e cardeais, prosseguiam, por exemplo, os preparativos para o encontro dos prelados latino-americanos em Puebla, no México, a ser realizado entre 12 e 28 de outubro. Nesse encontro, agora adiado, se discutiriam as novas diretrizes da Igreja na América Latina. Também com o conhecimento de João Paulo I, 39 bispos brasileiros estavam reunidos em Brasília, desde a terça-feira. Preparavam a próxima assembléia geral da Conferência Nacional dos Bispos do Brasil, a ser realizada em janeiro, quando a notícia da morte do papa determinou o adiamento da reunião

'É UM ABSURDO' - Em Brasília, naquela noite, a grande preocupação era com a saúde de dom Aloísio Lorscheider, presidente da CNBB, internado na unidade de tratamento intensivo do Hospital Distrital. Na tarde de quinta-feira, enquanto celebrava missa, dom Aloísio sentira-se mal e as primeiras notícias eram de que sofrera um enfarte. Era a terceira vez, este ano, que o cardeal acusava mal-estar - a primeira em Bogotá, pouco antes de viajar para Roma, em agosto, e a segunda durante o conclave. Embora o último comunicado informasse que dom Aloísio passava bem, os bispos dormiram preocupados. E todos, ao serem acordados na madrugada, tinham esse motivo a mais para não imaginar que a notícia era a da morte de João Paulo I.

O mesmo ocorreria em São Paulo, com o cardeal dom Paulo Evaristo Arns. "Fiquei até alta hora da noite esperando telefonema de Brasília", conta ele. "Assim, quando soou o telefone, às 3h30, eu disse: 'Não, deve haver um engano'. Pensava que fosse notícia sobre dom Aloísio. Não acreditei. E fui buscar o meu radinho, para confirmar." Também de incredulidade foi a reação do padre Mario Gerlin, convertido ao catolicismo pelo então bispo Albino Luciani, em 1959, e há cinco anos em Bambuí, no interior de Minas Gerais, onde dirige o Leprosário São Francisco de Assis. "O papa, o papa", disse-lhe assustada a mesma freira, que um mês antes, lhe comunicara que seu conversor era o novo pontífice. "O que houve com dom Luciani?", quis saber o padre Gerlin. "É um absurdo", foi o que conseguiu balbuciar, em seguida. À tarde, já refeito, diria ele a VEJA: "Eu ia encontrá-lo em janeiro, no Vaticano. Ele nunca me disse nada sobre doença, nunca reclamou. Creio que seu coração não resistiu ao peso da responsabilidade diante deste mundo".

Uma vez mais, a hipótese do esgotamento emergia, como aconteceria também com dom Paulo Evaristo, ao se lembrar de uma conversa que teve, ao final do conclave, com um cardeal australiano. "Dom Paulo", disse-lhe então o cardeal, a propósito da escolha de dom Albino Luciani para suceder Paulo VI, "ele é tão humilde, tão delicado, que uma notícia dessas pode fulminá-lo com um ataque cardíaco." Na hora, dom Paulo Evaristo duvidou. Na sexta-feira passada, entretanto, ele dizia a VEJA: "Esse cardeal australiano teve a impressão de que o papa se sentia tão pequenino que talvez a magnitude desta tarefa mundial o esmagasse, como realmente o esmagou".

SUCESSÃO - Os bastidores do conclave, até onde os juramentos de segredo permitem revelações, ocupavam igualmente uma grande parte das conversas em Brasília. Dom Aloísio contara, antes de adoecer, sobre as condições desfavoráveis - como o calor forte, a falta de ar condicionado e de banheiro em muitos aposentos, além da alimentação, também insatisfatória. E o que lhe havia cochichado João Paulo I, conforme foi visto pela televisão, no momento em que dom Aloísio beijou seu anel?, quiseram saber os bispos. Era apenas um abraço mandado para dom Ivo Lorscheiter, secretário da CNBB e primo de dom Aloísio, revelou ele.

Por sua vez, dom Ivo também contava de seu encontro com João Paulo, logo após sua posse como papa. Seria apenas uma audiência formal, de 15 minutos, mas ao final o papa convidou-o para almoçar - numa retribuição à hospitalidade que dom Ivo lhe dedicara dois anos atrás, quando o ainda cardeal Luciani esteve no Brasil. Com a morte de João Paulo I - "ele estava bem, em nenhum momento deixando entrever que isto poderia ocorrer" - dom Ivo recusou-se a comentar detalhes daquele almoço. Mas sabe-se que, perguntado sobre quando visitaria o Brasil novamente, o papa lhe respondeu: "Pretendo fazer essa visita antes de 1980. Mas não sei se estarei vivo até lá". Na sexta-feira, procurado por VEJA, dom Ivo não confirmou essa parte de sua conversa. Justificando seu silêncio de agora, informou que, ao final do encontro, ouviu a seguinte recomendação: "Diga apenas que almoçou com o papa".

Na verdade, o que circulava no meios clericais brasileiros, nos últimos dias, é que dom Ivo seria brevemente nomeado o próximo cardeal do Brasil, talvez para Manaus. A boa acolhida aos sacerdotes brasileiros, de todo modo, orientava as especulações sucessórias, ja delineadas na sexta-feira. Lembrava-se, assim, a informação não desmentida de que, no conclave, dom Luciani votou em dom Aloísio. Retomavam força, igualmente, as análises que indicavam o cardeal brasileiro com um dos mais fortes papabili não italianos. Apesar de seus problemas cardíacos, dom Aloísio é de fato lembrado como o presidente de duas importantes e numerosas conferências episcopais - a CNBB e o Celam, que reúne os bispos latino-americanos.

UM MUSEU - Como aconteceu após a morte de Paulo VI, dois meses atrás, e como acontece após a morte de todos os papas há séculos, a consternação do primeiro momento coexiste inevitavelmente com as considerações sobre o futuro chefe da Igreja. A peculiaridade, agora, é que todas as possibilidades e hipóteses foram levantadas há muito pouco tempo. E mais: todas as previsões e cálculos se revelaram inexatos, ante a surpreendente eleição do patriarca de Veneza, dom Albino Luciani - um nome que só muito fugazmente, e nos últimos lugares, freqüentara as dezenas de listas de papabili. "Acho inútil apontar nomes", diz dom Paulo Evaristo, "porque mesmo que relacionasse todas as minhas informações, vocês teriam tanta dúvida quanto eu ainda tenho. Então, para não errarmos, não vamos mais citar nomes daqui para a frente."

Por certo, será esta a lição que os vaticanólogos seguirão. Desde a noite de sexta-feira passada, quando um vento frio soprava sobre as centenas de fiéis presentes à praça São Pedro, os 112 cardeais com menos de 80 anos - e aptos a participar do conclave, portanto - começavam a receber telegramas convocando-os a Roma. São nomes estudados pelos especialistas, com cotações ainda muito recentes nas bolsas de apostas. Mesmo assim, ninguém se arriscaria a indicar um deles, sem também estar arriscando a própria reputação de entendido nas coisas do Vaticano. O mais seguro é prever que o sucessor de João Paulo O terá a maioria de suas características - um cardeal mais ligado à atividade pastoral que à diplomacia, aberto a um trabalho colegiado, disposto a dividir poderes. Talvez até alguém de origem humilde, capaz de ser visto como um semelhante por uma população simples como a de Belo Jardim, no interior de Pernambuco, onde dom Luciani esteve durante sua visita ao Brasil. Ali, agora, prepara-se um museu, com as seguintes peças: a colcha e os lençóis onde ele dormiu, os talheres e o prato onde ele comeu, as medalhas e os santinhos que ele distribuiu.


Um pároco de aldeia

O estilo jovial, diferente, de um papa que preferia agir

A amarga perplexidade que tomou conta dos 700 milhões de católicos de todo o mundo, quando a Rádio Vaticano anunciou oficialmente, na manhã da sexta-feira, dia 29 de setembro, a morte do papa João Paulo I, encerrou um dos mais breves pontificados da Igreja. Mas em apenas 34 dias como o 261º sucessor de São Pedro o até pouco tempo discreto cardeal Albino Luciani, patriarca de Veneza, conseguiu passar à História como o papa da jovialidade e do afeto. E isso não só em virtude de seu permanente bom humor haver conquistado a simpatia e a confiança de todos quantos o conheceram pessoalmente ou pela televisão, como também pelo fato de em todos os seus pronunciamentos ele haver abordado insistentemente o tema do amor cristão. Por outro lado, o livro que tinha nas mãos ao morrer - "A Imitação de Cristo", atribuído a Thomas Kempis - enfatizou uma clara preocupação de João Paulo I: a humildade extravasada desde os tempos em que foi bispo no norte da Itália e que o levou a trocar a pomposa cerimônia de coroação por uma missa de posse na praça São Pedro. O livro é justamente uma coleção de manuscritos sobre a piedosa conduta interior e exterior do perfeito cristão, algo que João Paulo I perseguiu até a morte.

Que se tratava de um papa diferente, notou-se desde o início. Já na primeira aparição aos fiéis, dia 26 de agosto, momentos após sua eleição, ele surpreendeu os católicos ao adotar o inédito nome composto de João Paulo. Contudo, com a mesma voz radiante anunciou a intenção de recolher e carregar a herança de seus dois últimos antecessores: "Não tenho nem a sapientia cordis de João XXIII, nem a preparação e a cultura de Paulo VI. Mas estou no lugar deles e devo procurar servir à Igreja. Espero que me ajudeis com vossas preces". Além disso, na homilia de sua primeira missa como papa, oficiada no próprio recinto do conclave que o elegeu, João Paulo I prometeu ao mesmo tempo aplicar equilibradamente o Concílio Vaticano II e consolidar "a grande disciplina da Igreja".

TRANSIÇÃO INDOLOR - Poucas vezes, no entanto, João Paulo I voltaria a falar em problemas pastorais do ponto de vista da política eclesiástica. E para os que, ao ouvi-lo confessar que se sentia "num labirinto" e ao vê-lo deslumbrado com a rica decoração do teto da sala de audiências, durante uma cerimônia, chegaram a encará-lo como um papa desprovido de senso político ou diplomático, teve uma resposta fulminante: confirmou nos seus postos toda a hierarquia da Cúria Romana, inclusive o discutido e enérgico cardeal Jean Villot na Secretaria de Estado do Vaticano.

Segundo análise do correspondente em Roma do jornal francês Le Monde, João Paulo I demonstrou intuir, com esse gesto, a vital necessidade de realizar uma transição indolor, "quase imperceptível", do reinado anterior para o seu. No mais, falando aos prelados e personalidades que recebia especialmente ou aos milhares de fiéis que acorriam a suas audiências das quartas-feiras, o "papa sorriso", como o chamavam nos bairros populares de Roma, preferia usar uma linguagem direta, franca, quando não bem-humoradas imagens pastorais.

Dessa maneira, na primeira recepção ao colégio dos cardeais, ele abandonou o texto preparado por assessores para improvisar sobre seus propósitos de defender a unidade da Igreja. Aos embaixadores acreditados junto à Santa Sé, lembrou que as funções pastorais da Igreja devem prevalecer sobre as suas atividades terrenas, mas aos chefes das delegações estrangeiras que foram a Roma para a missa solene do início de seu pontificado não deixou de cobrar o respeito aos direitos humanos e à liberdade religiosa. E aos cerca de 800 jornalistas que acompanharam sua eleição, João Paulo I deu o fraterno título de "colegas" - referência a sua passagem como articulista do jornal Il Messagero di Santo Antonio, quando patriarca de Veneza -, além de pedir de modo quase confidente que apresentassem a Igreja à opinião pública "com amor pela verdade". Era também a primeira vez que aqueles profissionais da comunicação tinham um contato pessoal com o novo papa e podiam observar de perto o seu porte sólido, em claro contraste com a imagem franzina de seu antecessor Paulo VI, nos últimos tempos de vida. João Paulo I movimentava-se de maneira ágil, decidida, indiferente à consagrada e solene postura pontifícia - ninguém podia imaginá-lo na antevéspera da morte.

PÁROCO DE ALDEIA - Em sua última audiência pública, de fato, ele continuava a aparentar excelente saúde. E, repetindo uma de suas atitudes pouco ortodoxas, chamou um menino de quinto ano primário e conversou com ele sobre a importância do estudo para a sua promoção a uma classe mais adiantada. Provavelmente nenhum papa haja rompido tão drasticamente com as frivolidades protocolares estabelecidas por seus antecessores e se comportado tão a vontade no mais alto cargo da Igreja. "Suas audiências públicas eram simples lições de um pároco de aldeia", definiu um cronista do jornal católico italiano L'Avvenire. Significativamente, na primeira delas, a 6 de setembro, depois de ser recebido timidamente por um jamais visto auditório de 17.000 pessoas, João Paulo I foi aclamado entusiasticamente ao declarar que estava ali "como se fosse um catequista paroquial". Na mesma oportunidade, aproximando-se de um pequeno coroinha, estabeleceu com ele um pungente diálogo sobre a solidariedade e a fraternidade cristãs. No dia seguinte, ao receber o clero de Roma, que o reverenciava sobretudo como bispo da cidade (um dos títulos do papa), recordou-lhe o dever de obediência e o espírito de sacrifício "na missão apostolar confiada por Cristo a seus discípulos".

Até as últimas audiências João Paulo I manteve o estilo informal, temperado por anedotas, achados e citações. Certa vez, para visível deslumbramento da multidão de Fiéis, comparou a alma a um automóvel que, se abastecido apenas de champanha e marmelada, em vez de gasolina, acabaria num fosso. Em outra, surpreendeu os que o contemplavam na janela de seu escritório com a proclamação: "Deus é Pai e, mais ainda, é Mãe". Enfim, cada contato seu com o público era uma oportunidade para uma nova estocada no protocolo e na tradição. Mas ninguém, nem mesmo os impenitentes conservadores da Cúria Romana, se atrevia a reclamar, pois o novo papa havia restabelecido o contato humano com as grandes massas católicas, de certo modo algo só ocorrido neste século por ocasião do pontificado do também alegre papa João XXIII. Em entrevista à revista italiana Panorama, Alfonso Di Nicola, antropólogo e estudioso da história das religiões, classificou o estilo de João Paulo 1 de "profundamente evangélico e oportuno num momento em que a Igreja não precisa mais de um papa como Pio XII ou Leão XIII, ambos dotados de grande sabedoria teológica". E explicou: "O que a Igreja precisa é de um homem igual aos homens".

LIÇÕES DO CONCÍLIO - O papa que construiu rapidamente a imagem de "um homem igual aos homens" - nos primeiros dias chegava a dar buon giorno aos guardas suíços que encontra nos corredores do palácio apostólico - deixou no entanto pelo menos uma clara indicação de que não pretendia apoiar os setores mais progressistas do cristianismo, voltados sobretudo para as questões sociais. Tanto os adeptos da vanguardista "teologia da libertação", de origem latino-americana, como os do grupo europeu "cristãos para o socialismo" receberam uma clara advertência de João Paulo I para não confundirem a libertação terrena com "verdadeira libertação", ou seja, a proporcionada pela fé. Segundo afirmou o falecido papa, "não há verdade na afirmativa de que ubi Lênin ibi Jerusalém (onde está Lênim está Jerusalém)".

Mas, ainda que rejeitasse com firmeza qualquer compromisso com o marxismo, João Paulo I parecia extraordinariamente aberto a uma das mais renovadoras lições do Concílio Vaticano II - o ecumenismo. Assim, não foi certamente sem grande emoção que o breve pontífice viu morrer em seus braços, no palácio apostólico, o "número 2" da Igreja Ortodoxa Russa, o metropolita de Leningrado Nikodim, enquanto o recebia em audiência privada. A propósito, o padre Gianni Baget Bozzo, articulado analista de assuntos religiosos, lembrava em recente artigo a morte de Nikodim diante de João Paulo I para sublinhar que "o ecumenismo entre as igrejas católica e ortodoxa realizou-se diante do corpo do arcebispo russo".

De qualquer forma, ninguém pode assegurar ao certo como seria o seu reinado se ele durasse um pouco mais. Seria um pontífice conservador ou apenas manteria o estilo do "pároco de aldeia", como apareceu no primeiro sermão para o mundo? Um sacerdote italiano que convivera com ele durante longo tempo declarou em Roma, logo após sua eleição: "Eu não o qualificaria de conservador, estando inclinado a acreditar que ele não mudará seu jeito. Um conservador é um homem que tem seus próprios esquemas mentais e só aceita o que cabe dentro deles. João Paulo I é homem de principios mas sabe escutar. Ele é consciente de seus limites - e é isso que o salva". Alguns acontecimentos previstos para os primeiros doze meses do reinado de João Paulo i é que permitiriam uma definição. O primeiro deles seria a escolha de seu sucessor no patriarcado de Veneza e também do cardeal Colombo no arcebispado de Milão, por limite de idade. O segundo seria o preenchimento de algumas vagas na Cúria Romana. Finalmente, esperava-se uma encíclica de João Paulo I, cumprindo a tradição de que o novo papa deve divulgar um grande texto menos de um ano após sua eleição.

FUTURO INCERTO - O fato é que João Paulo I vinha conseguindo operar o milagre de reger simultaneamente o coral dos conservadores e dos progressistas. Os cardeais davam entrevistas e, apesar de presos ao juramento de segredo imposto pela regra do conclave, insistiam em dizer, em meio a inconfidências, que o Espírito Santo iluminara os quatro escrutínios necessários para escolher João Paulo I. O clero de Veneza afiançava que lá ele havia vendido bens da Igreia para ajudar os pobres. Sua caridade lhe rendera até o apelido de "papa do Terceiro Mundo", de parte sobretudo dos animados bispos latino-americanos. O cardeal Aloísio Lorscheider, presidente da Conferência Nacional dos Bispos do Brasil, achava que possuía um forte aliado sentado no trono de São Pedro.

A moderação de João Paulo I tranqüilizava a Cúria Romana, satisfeita com sua firmeza em matéria de doutrina e de disciplina. Foi esse clima de expectativa e de regozijo que a morte do recém-eleito papa veio frustrar, lançando mais uma vez sobre a Santa Sé a dúvida e a incerteza.

É bem verdade que, do ponto de vista teórico, o quadro não mudou: os cardeais eleitores são os mesmos e se vêem assolados pelas mesmas interrogações. Mas, na prática, o breve pontificado de João Paulo I talvez lhes arranque novas reflexões. Na sexta-feira passada, um influente cardeal brasileiro confidenciava a VEJA que, na sua opinião, a tendência dos cardeais eleitores será buscar um papa que reúna as características de pastor e homem simples do recém-falecido João Paulo I "e talvez uma qualidade que lhe faltava - um pouco mais de experiência do complexo mundo da Igreja".

Dessa maneira, o próximo pontífice teria de ser novamente italiano e fiel ao espírito do Concílio Vaticano II, ou seja, originário de uma rara safra de cardeais. O arcebispo de Bolonha, Antonio Poma, por exemplo, que reuniria tais condições, possui saúde frágil. É possível, assim, que os eleitores se voltem para Hugo Poletti, vigário de Roma, embora aparentemente lhe falte "qualificação mais abrangente". Por outro lado, ainda segundo o mesmo cardeal brasileiro, os nomes de Sebastiano Baggio, presidente da Congregação dos Bispos, e Giovanni Benelli, cardeal de Florença, também poderão ser votados. E, em caso de não se chegar a um acordo em torno desses nomes, "ainda é provável que se parta para uma opção marcantemente mais conservadora".

Muito mais do que nomes, no entanto, deverá prevalecer a experiência acumulada pela Igreja em seus 2.000 anos de existência. Sempre adaptado a seu tempo, o sumo pontífice deve saber continuar a obra na qual Jesus Cristo investiu o apóstolo São Pedro. Atualmente, teria de conciliar as virtudes de um chefe espiritual amado pelos seus fiéis com as responsabilidades temporais de um chefe de Estado respeitado por seus pares.
Veja on-line
@Nessuna@
00sabato 13 maggio 2006 00:58
@Nessuna@
00sabato 13 maggio 2006 17:32
En recuerdo de aquel 13 de mayo de 1981

RD

Viernes, 12 de mayo 2006

Una placa de mármol con el escudo de Juan Pablo II labrado y la fecha del atentado fue colocada hoy en el mismo lugar de la plaza de San Pedro donde el fallecido papa sufrió un atentado hará mañana 25 años.

La placa, colocada por voluntad del papa Benedicto XVI, mide 40 por 40 centímetros y sustituye al adoquín que hasta ahora recordaba el lugar del atentado en el recinto vaticano.

Otra placa similar fue colocada en la entrada del ambulatorio del Vaticano, dentro del recinto amurallado, donde el médico papal, Renato Buzotti, sometió a Juan Pablo II, que estaba tendido en el suelo, a un primer reconocimiento que determino su traslado inmediato el hospital Gemelli.

Con motivo del aniversario del atentado, una imagen de la Virgen de Fátima, cuya festividad celebra la Iglesia católica cada 13 de mayo, fue llevada al Vaticano.

Según informaron a Efe fuentes vaticanas, la imagen pasará la noche en la capilla privada de Benedicto XVI y mañana será sacada en procesión desde el cercano Castel Sant'Angelo hasta la plaza de San Pedro.

Juan Pablo II siempre dijo que una mano -la del turno Alí Agca, el autor del atentado- le disparó y otra -la de la Virgen- desvió la bala y le salvó la vida.

El atentado se produjo el 13 de mayo de 1981, a las cinco y diecisiete minutos de la tarde, cuando Karol Wojtyla celebraba la audiencia general de los miércoles.

El terrorista Ali Agca hizo cuatro disparos contra el Pontífice, de los cuales dos le alcanzaron.

Uno le hirió en la mano izquierda, le perforó el bajo vientre, atravesó el hueso sacro y se incrustó en el piso del 'papamóvil'. El proyectil pasó a pocos milímetros de la arteria aorta y rozó la espina dorsal del papa.

El otro proyectil le rozó un codo e hirió a dos mujeres.

Cuando el Papa visitó a Agca en la cárcel le preguntó que porqué no había muerto si él era un buen tirador y había apuntado al pecho.

'Porque usted no tuvo en cuenta a la Virgen de Fátima', le respondió Karol Wojtila.

Juan Pablo II siempre creyó que sobrevivió gracias a la Virgen de Fátima. En tres ocasiones viajó a su santuario, en Portugal, y ordenó que la bala que le extrajeron fuera colocada en la corona de la Virgen.

El atentado -según el Vaticano- había sido anunciado a la Virgen de Fátima a los pastorcillos, a quienes, según la tradición católica, se apareció en 1917 y forma parte del llamado 'Tercer secreto de Fátima'.

Dicho 'secreto', que fue relevado el año 2000 por orden de Juan Pablo II, se refiere, según el Vaticano, a los disparos de Agca y a la lucha del comunismo ateo contra los cristianos, entre otros.

Al cabo de 25 años, sigue sin saber quien indujo el atentado. Se ha asegurado que Agca fue reclutado por los servicios secretos búlgaros, por orden del KGB soviético.

Agca, que fue detenido inmediatamente y condenado a cadena perpetua en Italia, hizo a lo largo de los años declaraciones contradictorias.

La llamada 'Pista Búlgara' del atentado nunca se pudo demostrar y Juan Pablo II dijo en Bulgaria, en 2001, que jamás creyó en ella.

La conmemoración coincide con el primer aniversario de la apertura del proceso de beatificación de Karol Wojtila, que fue abierto por su sucesor sin esperar a los cinco años de la muerte, como establece el Código de Derecho Canónico.

@Nessuna@
00lunedì 15 maggio 2006 03:37
@Nessuna@
00giovedì 18 maggio 2006 20:45


Juan Pablo II hoy cumpliría 86 años

18 de Mayo (Vatican.va) - Recordando al inolvidable Pontífice siervo de Dios Juan Pablo II, quien hoy cumpliría 86 años.

Karol Józef Wojtyla, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.

Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.

Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.

A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del "Teatro Rapsódico", también clandestino.

Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el Seminario Mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1o. de noviembre de 1946 de manos del Arzobispo Sapieha.

Seguidamente fue enviado a Roma, donde, bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz (Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce). En aquel período aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.

En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una tesis titulada "Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler". Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Etica Social en el seminario mayor de Cracovia y en la facultad de Teología de Lublin.

El 4 de julio de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo titular de Olmi y Auxiliar de Cracovia. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la catedral del Wawel (Cracovia), de manos del Arzobispo Eugeniusz Baziak.

El 13 de enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo Cardenal el 26 de junio de 1967, con el título de San Cesareo en Palatio, Diaconía elevada pro illa vice a título presbiteral.

Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución importante en la elaboración de la constitución Gaudium et spes, el Cardenal Wojtyla tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a su Pontificado.

Los Cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su Ministerio Petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro.

Su Pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años.

@Nessuna@
00martedì 23 maggio 2006 06:56
Juan Pablo II - Galería Fotográfica
www.aciprensa.com/Banco/juanpabloii.htm
@Nessuna@
00mercoledì 31 maggio 2006 01:39

CARTA ABERTA POR OCASIÃO DO ANIVERSÁRIO DO MASSACRE DE 1989, NA PRAÇA TIEN-NAM-MEN


Pequim, 29 mai (RV) - As mães da Praça Tien-nam-men (Praça da Paz Celestial), de Pequim, renovaram hoje, às autoridades chinesas, seu pedido para que revejam sua posição de condenação ao movimento estudantil sufocado com o massacre de 1989, na Praça da Paz Celestial, ocorrido nos dias 3 e 4 de junho.

Elas pedem que o governo abra uma investigação oficial sobre o ocorrido, puna os culpados e dê um ressarcimento aos familiares das vítimas. O comunicado foi divulgado pela organização dos direitos humanos "Human Rights in China".

A Associação das Mães da Praça Tien-nam-men foi fundada em 1991, por Ding Zilin, uma professora universitária aposentada, cujo filho, Jiang Jielian, com 17 anos na época, foi morto durante a represália das forças armadas chinesas aos estudantes acampados na Praça.

Na primeira parte do documento, as mais de cem mães que fazem parte da associação reconstruíram os acontecimentos daquela trágica noite. O grupo, até o momento, identificou 186 pessoas que foram mortas e outras 70 que foram feridas. Segundo afirmam, essas cifras são apenas "um pequeno percentual" das centenas de pessoas que foram mortas naquele trágico episódio.

A segunda parte do documento foi dedicada a mostrar o método de protesto não violento escolhido pelo grupo de estudantes. Para ilustrar, colocaram os slogans usados pelos estudantes nos protestos: "dizer sempre a verdade", "não esquecer nunca", "procurar conseguir a justiça" e "apelar às consciências".

Na terceira parte do documento, as mães recordam que seus objetivos básicos são aqueles de "preservar a dignidade das vítimas" e de "rejeitar a evasão dos princípios da legalidade, com soluções administrativas e negociações privadas".

Além disso, as mães apresentam às autoridades chinesas, uma série de pedidos como colocar fim a todas as atividades de controle e de limitação da liberdade, permissão para que as famílias recordem seus entes queridos mortos naquela manifestação, acabar com a interferência nas ajudas que recebem, seja da China seja do exterior, fornecer ajuda humanitária às pessoas que continuam a sofrer psicologicamente ou financeiramente por causa da repressão, remover as discriminações políticas e sociais que ainda pesam sobre a memória das vítimas, restituir os direitos e o bem-estar físico das pessoas detidas, presas ou desempregadas por causa da sua participação no movimento democrático de 1989.

Até hoje, as autoridades nunca responderam às "mães" e, em cada aniversário do massacre, as expoentes do grupo e outros dissidentes são colocados em regime de prisão domiciliar.

O Partido Comunista chinês definiu o movimento estudantil de 1989 como um "movimento contra-revolucionário". (JK)
@Nessuna@
00venerdì 2 giugno 2006 01:12
@Nessuna@
00mercoledì 14 giugno 2006 03:27
Questa è la versione 'lo-fi' del Forum Per visualizzare la versione completa clicca qui
Tutti gli orari sono GMT+01:00. Adesso sono le 08:39.
Copyright © 2000-2024 FFZ srl - www.freeforumzone.com