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Espacio libre

Ultimo Aggiornamento: 30/06/2010 15:35
31/01/2006 02:20
 
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este espacio és para que escriban lo que quieran, aún que no sea en español. Pués me parece que muchos entran y no escriben, porque no dominan este idioma.
También queria agradecer aquellos quienes dejarón mensajes.
Escriban, lo que quieran, pero escriban, sino me siento, un tanto solitaria.

08/02/2006 05:04
 
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Ya que nadie escribió en este espacio, resolví usarlo para articullos, poesias, comentarios sobre los más variados temas y pasajes o citaciones de libros.
08/02/2006 05:06
 
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El Diurnal de JAI

La imagen del día es, junto con la quema de banderas de países europeos por el fanatismo islámico, la de la primera mujer a la que se le ha hecho un trasplante de cara después de que esta le hubiese quedado totalmente destrozada. No es que su rostro haya quedado perfecto pero, en palabras de ella misma, ahora puede mirarse al espejo sin sufrir por ver el terrible aspecto en que había quedado. Los avances de la medicina y de la técnica quirúrgica facilitan este tipo de alivio para todo lo que significa vivir con dignidad, sin sufrimientos y cada vez más felices. A raíz de esta imagen del rostro recompuesto y en la sala de espera de un hospital, lugar muy dado a las confidencias y a la sinceridad de los espíritus temerosos ante gastroscopias, biopsias y demás pruebas médicas que uno no desea a nadie, se comentaba ayer con la tristeza que proviene de la enfermedad. “Hay males del alma que no se arreglan con cirugía”. Pero hay muchos que sabemos que, aunque no sea algo muy popular, hay también una cirugía para el espíritu, para el alma, que deberíamos de practicar con mas asiduidad.
Cuando sentimos nuestro espíritu destrozado y nos da miedo descubrirnos en nuestras miserias y limitaciones, cuando necesitamos recomponer las ilusiones y esperanzas perdidas o recuperar la paz y la convivencia rota, los católicos sabemos que contamos con una cirugía del espíritu que, además, es capaz de vencer al pecado y hacernos sentir la alegría de sabernos amados y salvados por Dios. Una cirugía espiritual que también llamamos sacramento de la penitencia y que no podemos reducir sólo al momento de la confesión con el sacerdote sino que tiene un antes y un después que configuran todo el proceso interior de la conversión.
Que en muchas ocasiones la Penitencia se reduzca a algo mecánico y funcionarial, que se puedan cometer abusos por parte de confesores desequilibrados o que no formemos de forma adecuada en su práctica o desconcertemos a los fieles con la validez o licitud de diversos modelos de celebración, no invalida el gran valor que el sacramento tiene en sí mismo y por encima de la capacidad, la disposición o el estado de gracia de quien, como mero intermediario, lo celebra.
Si el pecado, en todas sus múltiples formas, nos descompone, nos rompe por dentro, deforma el rostro de nuestro espíritu, es la penitencia, como símbolo central de todo el proceso de conversión, la que ayuda a reconstruir el edificio de nuestro interior donde se albergan las convicciones, los afectos, el ánimo y la capacidad para amar y ser amado.
Si la cirugía es capaz de devolvernos un rostro nuevo para que podamos mirarnos al espejo sin entristecernos la Penitencia hace que, sin avergonzarnos, podamos reconocernos tal cual somos y así comenzar a superar todo aquello que nos aleja de la salvación sabiendo además que en las cosas del espíritu Dios, que nos ama y desea lo mejor para nosotros, es siempre el mejor de los cirujanos.

“Ya es hora de despertaros del sueño. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad”. (Rm 13, 11-13)
08/02/2006 07:02
 
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A ti te hiere aquel que quiso hacerme daño,
y el golpe del veneno contra mí dirigido
como por una red pasa entre mis trabajos
y en ti deja una mancha de óxido y desvelo.

No quiero ver, amor, en la luna florida
de tu frente cruzar el odio que me acecha.
No quiero que en tu sueño deje el rencor ajeno
olvidada su inútil corona de cuchillos.

Donde voy van detrás de mí pasos amargos,
donde río una mueca de horror copia mi cara,
donde canto la envidia maldice, ríe y roe.

Y es ésa, amor, la sombra que la vida me ha dado:
es un traje vacío que me sigue cojeando
como un espantapájaros de sonrisa sangrienta.



Pablo Neruda, 1959



08/02/2006 07:30
 
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Idea del Bien

La Idea del Bien es la entidad más importante de todas las entidades que pueblan el Mundo Inteligible.

El rango y funciones que Platón le otorga en su filosofía es tal que muchos autores la han identificado con Dios. Este filósofo creyó que la Idea del Bien tiene dos papeles fundamentales:

crea las Ideas y el Mundo Sensible;

da inteligibilidad o racionalidad a las ideas y al mundo Sensible.

La consecuencia de ello es que todas las cosas ?y mucho más el hombre? aspiran de un modo u otro al Bien. La filosofía es precisamente expresión del afán por la comprensión definitiva de dicha idea ("la ascensión al ser", dice Platón).
En el mito de la caverna la Idea del Bien se representa con la metáfora del Sol.
09/02/2006 07:26
 
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Historia del gnosticismo
Tres puntos polarizan la gnosis tomada en sentido religioso: conocimiento, revelación y salvación.


Historia del gnosticismo

Tres puntos polarizan la gnosis tomada en sentido religioso: conocimiento, revelación y salvación, susceptibles de múltiples interpretaciones, tanto en sí mismos, como en su interdependencia. La cuestión es eterna, pero el abigarrado mundo sincretista de los primeros siglos en los que se inició la historia de la Iglesia resultó un especial caldo de cultivo para transposiciones y subproductos de la gnosis ortodoxa.


1.Introducción y antecedentes

Aunque se habla de gnosis cristiana ortodoxa y así lo hace ya S. Ireneo, es cierto que el gnosticismo en sentido estricto significa una corriente de espiritualidad e incluso una religión extracristiana o, cuando menos, heterodoxa. Está fuera de duda la existencia de una corriente de espiritualidad semejante, con anterioridad a la predicación del Evangelio y distinta también de las Religiones de Misterios. El Poimandres, incluido en el s. III d. C. en el Corpus Hermeticum es, según Reitzenstein (Studien zum Antiken Synkretismus, Leipzig-Berlín 1926, 29-33), el primer documento estrictamente gnóstico no cristiano anterior a la predicación apostólica. Hacia el s. I a. C. pululan una serie de sectas influidas por la religiosidad irania y fundadas por poetas de carácter profético, el más tepresentativo de los cuales es Alejandro de Abotoneikos (cfr. Filón, De spec. leg., I,315-323); los miembros de la secta se denominan kátharoi (puros) y ágnoi (devotos) (cfr. Filón, De emigr. Abrah. 89-90), y pretendían vivir como puros espíritus (pneumátikoi) entregados a una devoción puramente personal e intimista con ideas firmes y claras acerca de la inmortalidad personal, fundada en la pre-existencia del alma predestinada, y en un Pléróma trascendente, del cual se habría desprendido como una chispa (spínther) caída e impurificada en el cosmos material.

Según su origen, distingue fundamentalmente la antropología gnóstica tres razas de hombres: los espirituales por naturaleza (que acabamos de citar), los materiales (hylikoi) que son irredimibles, y los animales (psykhikoi) que a base de esfuerzo ético pueden obtener una salvación incompleta, quedando en el tópos (lugar intermedio) sin acceso al Pléroma propiamente dicho. Incluso los espirituales no se salvan totalmente, sino sólo su spínther del Pléróma puede volver a él, habiéndose despojado de su alma psíquica (Ireneo, Adv. Haer., 1,7,1). Así estas tres razas de hombres apenas tienen algo de común, e incluso las dos inferiores tienen menos realidad, ya que ésta consiste en la impronta (egmageion) de la esfera ideal sobre la sombra de la vida animal y material; la idea arquetípica que mediante el spínther se encarna en la materia es el Anthrópos, el hombre primordial cósmico, o la Sophía, según las sectas.

En consecuencia la perfección gnóstica consiste en tomar conciencia del origen trascendente y arquetípico del alma pneumática, con lo cual desaparece todo temor, ya que el spínther está predestinado por naturaleza (no por gracia) a retornar tarde o temprano al Pléroma, para celebrar allí la unión esponsalicia (syzygía) con su consorte angélico, homologando así las nupcias eternas de Anthrópos y Ekklesía. Para ser capaz de estas nupcias ha de ir madurando el spínther que hay en el hombre; mas ello no se logra mediante obras, sino mediante una toma de conciencia cada vez más profunda (gnósis) de su verdadera naturaleza pneumática. Algunos maestros gnósticos, como Satornil, declaraban impuros el matrimonio y la procreación (rasgo común a los maniqueos, los cátaros, y demás sectas espiritualistas medievales) por contribuir a encadenar almas puras en la materia.

La gnósis propiamente dicha difería de la fe o pístis; en las doctrinas de Valentín y de Basílides se da una fe ciega o adhesión firme a las enseñanzas de la secta, que es el punto de partida indispensable para la gnosis, pero además existe otra fe ruda (psilé) necesitada de pruebas y de milagros por carecer de la connaturalidad con el Pléróma, y que es imperfecta y propia de los psíquicos. La experiencia de la gnósis es un conocimiento intuitivo e iluminativo (sophía) que descubre la verdadera naturaleza trascendente del fiel y la hace madurar (mórphósis) para el Pléroma, pues mediante esta sophía (sabiduría) se va asimilando a la Sophía personal de arriba.

En las sectas de carácter popular, como eran las de Roma del s. III: Barbeliotas, Carpocratianos, Ofitas de Celso, Nicolaítas, Sethianos, Severianos, Arcónticos, etc. y en el grupo copto, los ritos que existían ya en la gnosis desde un principio (p. ej., bajo forma de banquete, etc., pero que eran considerados de poca importancia para la maduración gnóstica), van desplazando a la gnósis hasta convertirse en una magia soteriológica de carácter esotérico.

Algunas concepciones de base, la ascética y la jerarquía pueden conducir a una identificación de la gnosis con el maniqueísmo y diversas sectas medievales, sin embargo, en ningún caso sería exacta la identificación. El maniqueísmo recoge ciertamente elementos de las sectas gnósticas dispersos por el Asia anterior, así como del mitraísmo iranio; su doctrina es esencialmente ecléctica, pero como fenómeno historicorreligioso constituye una unidad histórica irreductible e idéntica a sí misma, que tampoco puede considerarse prolongada por las sectas de los cátaros, bogomilas y patarinos. Su rasgo más personal es el mimetismo que hace de él un movimiento proteico perfectamente adaptable a cuantas áreas culturales se extendía, desde la península Ibérica (se pretende que Prisciliano, y su grupo han dependido del movimiento maniqueo) hasta el Asia central y el Extremo Oriente (descubrimientos en Turfan) pasando por el norte de África, los Balcanes y Armenia. Su culto sencillo, su tendencia igualitaria, su moralidad no excesivamente exigente, su teoría de las reencarnaciones y su dualismo para explicar el problema del mal de modo convincente para la mentalidad popular, hacían del maniqueísmo la religión ideal de zonas religiosamente inestables y de pueblos vagamente cristianizados.

2. Primeros gnósticos

A causa de la escasez de datos y fuentes directas sobre los primeros jefes de sectas gnósticas, y de la desconfianza sembrada por De Faye (cfr. Gnostiques et gnosticisme, 2 ed. París 1925) y por la escuela de Tubinga hacia los informes procedentes de los Padres, resulta difícil concretar algo. Hegesipo menciona en su catálogo las herejías de Cleobio, de Dositeo relacionado con Simón en Palestina, de Gorfeo y de Masboteo (cfr. Eusebio, Hist. Eccl. IV,22,5). Orígenes en Contra Celsum (1,57) confirma la existencia de Dositeo. Pero de estos gnósticos no son conocidas sus doctrinas o sistemas.

Justino (VI,19; 256,1) testifica la existencia histórica de Menandro en Samaría relacionado también con Simón, y conoce a otros gnósticos dependientes de él. También nos informa de la existencia de Satornil, que habría fundado una secta a mediados del s. II. Cerinto figura en el Adversus Haereses de S. Ireneo, en los Philosophoneuma de Hipólito y en el Dialogus de Cayo, a quien él atribuye una concepción escatológica plagada de reminiscencias materialistas procedentes de las apocalipsis judías. Finalmente, Cerdón habría vivido en tiempos de S. Higinio, según una buena tradición romana recogida por Ireneo (o. c. 1,27,1; III,4,2) y habría sido maestro de Marción; parece ser que a él se debe por lo menos la concepción del doble dios inspirador respectivamente del Antiguo y del N. T., fundamento de la doctrina de Marción que no fue un gnóstico sino un racionalista.

Los testimonios concordes de los contemporáneos de Marción le hacen proceder de Sínope del Ponto y de una familia de armadores. Harnack data su nacimiento en el a. 85, hijo de un obispo cristiano. En tiempos de Antonino Pío llega a Roma, no se sabe si ya cristiano o si hubo de bautizarse en la Urbe, como un pasaje del Adv. Marcionem (IV,4,3) de Tertuliano parece darlo a entender. De todos modos los armadores de Sínope debían de tener un conocimiento profundo del judaísmo que florecía en los puertos del Ponto y que hubo de influir negativamente en el ánimo de Marción desde antes de su conversión. Es cuestión todavía controvertida la del influjo que sobre él haya ejercido Cerdón, gnóstico de la línea de Satornil. Según la tradición marcionita la ruptura entre Marción y la Iglesia habría ocurrido el 21 jul. 144, poco después del comienzo del año séptimo del emperador Antonio. La secta nacida de esta ruptura todavía ofrecerá resistencia activa a la ortodoxia en el imperio bizantino. Marción no fue ciertamente un gnóstico, como se pensó en algún tiempo, cuando los gnósticos no eran todavía bien conocidos; aunque pretendió integrar en la fe de la Iglesia algunos elementos gnósticos y se halló poderosamente influido por su clima ideológico, presenta un temperamento y estilo moral diversos. El fundamento de toda la doctrina de Marción está en dos principios: la malicia esencial de la materia y la existencia de un verdadero Dios desconocido y foráneo, el Dios revelado en el N. T., pura expresión de la bondad sin mezcla y opuesto al Dios del A. T.; es decir, dualismo seguido de un rigorismo ascético enfocado al mínimo uso de las cosas creadas y materiales.

En el curso del s. II las incertidumbres desaparecen, y repentinamente nos hallamos ante un multiforme despliegue de sectas y de sistemas, a la cabeza de los cuales figuran dos grandes jefes, verdaderos pensadores de cierta altura: se trata de Basílides y de Valentín.

3. Basílides

Aparece como jefe de secta en tiempos de los emperadores Adriano y Antonino Pío; su doctrina es continuada por su hijo Isidoro en las Ethiká. La mejor fuente para Basílides son los Stromata de S. Clemente de Alejandría (v.; ed. Stáhlin en G.C.S., Leipzig 1905-09; vol. IV, 1934), sobre todo el II, III, IV, V y VII. Parte Basílides de un problema de orden moral y racional, el del sufrimiento de los inocentes; ninguna perspectiva soteriológica o escatológica le ayuda a encajar el mal físico (su racionalismo inmanentista es semejante al de La Peste de Camus). A diferencia de Marción no busca la solución en un desdoblamiento de la divinidad, sino en la localización de un misterio de iniquidad en el fondo de cada hombre, aun de los inocentes. Para explicarlo no recurre Basílides al mito de una caída prenatal, sino a la concepción más abstracta de una culpa virtual e interpretativa: el hecho de que el hombre sea capaz de pecado, merece ya por sí mismo castigo. Clemente le atribuye una moral rigorista (cfr. Stromata, IV,24,153), según la cual Dios no perdona ninguna falta deliberada.

El Dios de Basílides no es; según Apuleyo trasciende todas las categorías del ser, como en los neoplatónicos, pero entre sus atributos la bondad y la justicia, que eclipsan a todos los demás, resultan demasiado semejantes a la bondad y a la justicia terrenas, pues siempre que permiten un mal han de obedecer a un motivo, y a un motivo punitivo, que consiste en la disposición próxima al pecado que cada hombre tiene: tò hamartematikón.

Pretendía superar a la vez las limitaciones de la filosofía y de la fe cristiana y obtener un conocimiento más cálido y sapiencial que el de la filosofía estoica ,y más esotérico y misterioso que el de la sobria fe cristiana (éste es un rasgo común a todas las escuelas gnósticas); concibe una pístis physiké o fe natural (cfr. Strom. 11, 3,10) que consiste en la predisposición natural a las enseñanzas de la secta en los predestinados, gracias a la cual éstas son admitidas sin necesidad de demostración racional. Su doctrina estaba contenida literariamente en las Exegetiká que eran unos comentarios a los Evangelios que también Ireneo, Hipólito y Orígenes conocían a fondo.

En su hijo Isidoro la culpabilidad se concreta, mas para ello ha de abandonar el plano abstracto y concebir una entidad, procedente tal vez de las concepciones religiosas de Siria y del Irán: el alma adventicia (Perì prosphyoús phychés se titula precisamente otro tratado de Isidoro extractado en los Stromata). El y Basílides pretendían deducir de S. Pablo, y de S. Mateo (19,10-12), que el matrimonio era un mal menor, falseando así la doctrina evangélica. Sin embargo, Basílides e Isidoro, los más sensatos entre los gnósticos, parecen haber observado que el temor excesivo a las caídas resultaba perjudicial y que la lucha angustiosa por la pureza sexual absorbía las energías y secaba la esperanza. Por ello aconseja Isidoro el matrimonio en casos extremos, y de no ser éste posible por excesiva juventud, enfermedad o pobreza, recomienda evitar el aislamiento, buscar la compañía de los hermanos y el consejo y la imposición de manos de algún hermano cualificado (un rito semejante a la absolución penitencial). Como fundamento de su moral sexual pone Isidoro esta notable observación: lo sexual no es una necesidad absoluta (Stromata, III,1,1-3).

Valentín parece haber llenado toda la primera mitad del s. II; su discípulo Heracleón aparece ya citado en el Syntagma de Hipólito a fines del siglo, y cuyo influjo debió de comenzar en el 155. La Epístola a Flora, de su otro discípulo Ptolomeo, parece datar según Harnack (que la publica con aparato crítico en sus Kleine Texte, 1894) del 160; o sea que para estas fechas ya estaba formada y madura la escuela de Valentín, del cual se conservan cartas, sermones y fragmentos diversos en los Stromata, mientras que de su escuela la carta de Ptolomeo a Flora la ha conservado Epifanio, los fragmentos de Heracleón, Orígenes, y los extractos de Teodoto, Clemente de Alejandría. Noticias de la secta nos dan el Adversus Haereses de S. Ireneo (hacia el 180), los Philosophoumena de Hipólito (hacia el 225) y el Adversus Valentinianum de Tertuliano (hacia el 210); también hay una alusión en la Enéada IX de Plotino, en el Pseudotertuliano, en Filastro y en Teodoreto.

También Valentín aparece obsesionado con el problema del mal, bajo la forma exclusivamente de pecado, pero es menos abstracto que Basílides y lo explica en forma de mito como contaminación del espíritu por la materia. Aunque de un modo estilizado, por el cual se libran Valentín y su escuela de caer en el barroquismo mitológico y ocultista de las demás sectas gnósticas, se diferencia su sistema del racionalista de Basílides por la amplia acogida que hace a las entidades intermedias y eónicas entre Dios y los humanos. La secta se divide en dos ramas, la ítala y la anatolia. Sus doctrinas son una mezcla del A. T. y N. T. con categorías y leyendas indias, iranias, alejandrinas y griegas.

4. Severianos

A lo largo del s. III se convierte Roma en el centro de confluencia y de fusión sincrética de todas las sectas que van dando cada vez mayor entrada a formas de culto aberrantes. Así, p. ej., los Severianos influidos en sus orígenes por el marcionismo y el encratismo de Taciano, maestro de su fundador Severo, profesan en sus comienzos una moral rigorista y una gran sobriedad doctrinal a base de una Biblia compuesta por la Ley, los Profetas y los Evangelios, rechazando las narraciones del A. T., los Hechos y las Epístolas; pero acaban por centrarse en torno al culto de la Serpiente, en un mundo constituido por potencias arcónticas; la Serpiente en una unión (hierogamia) con la Tierra, engendra a la Mujer y a la Vid, fuentes de todo mal. Podría tratarse sin dificultad de la doctrina de las sectas Nicolaíta, Ophita, Barbeliota o Perata.

En la segunda mitad del s. III el foco de pensamiento gnóstico más creador no se halla en Roma sino en Egipto y en lengua copta, pero notablemente barroquizado y contagiado de magia; sus fuentes principales son los Libros de Jeú y la Pístis Sophía. Después el movimiento se extingue.

5. Concomitancias gnósticas

Muy diversos movimientos son a veces comparados con el gnosticismo, aunque no son gnósticos.

Ya se ha mencionado el maniqueísmo, que tiene su origen en Manés, nacido en Mardini, aldea cerca de Bagdad, entre el 215 y el 216, de padre religiosamente ecléctico natural de Hamadán y de madre de la familia real de los Arsácidas. En Babilonia, donde se habían trasladado sus padres, se presenta en público, cumplidos ya los 20 años, como profeta el día de la coronación de Sapor I, el 20 mar. 242. Su predicación parece haber gozado en un principio del favor popular e incluso del oficial, hasta que el parsismo obtiene su destierro, que iba a lanzar a Manés a una serie de viajes durante 20 años por todo el Oriente que le van a servir para difundir su doctrina y asimilar al mismo tiempo elementos culturales y religiosos de la India, Kurasan, Turquestán y Tibet. Muerto Sapor I goza en su país de las simpatías de Hormisdas 1 (271-272) hasta que, muerto éste, Baharam I decreta su pena capital por instigación del clero zoroástrico.

Como ya se ha dicho, el maniqueísmo no se puede confundir con el gnosticismo aunque presenta ciertas semejanzas. Así, S. Efrén (m. 373), que conoció a fondo la vida intelectual siria, afirma que la doctrina de Manés es «una reproducción fantaseada de las ideas del filósofo herético Bardesanes y el clérigo apóstata Marción». El mismo Manés reconoce como sus precursores en la revelación de la verdad a Zoroastro, Buda y Jesús, cuya obra habría venido él a consumar. Su sistema está basado en un dualismo bastante estricto: luz y tinieblas, igual a bien y mal, de cuya mezcla nace el mundo presente, con una mitología complicada. Su secta, que llegó a extenderse también por Occidente (S. Agustín, fue durante un tiempo maniqueo), tenía dos clases distintas de adeptos: los electos y los oyentes. Mediante el rigor ascético, vivido institucionalmente, los electos se van purificando físicamente de la materia y llenando de partículas de luz (abstención de todo alimento animal, el vino, la propiedad, el matrimonio, con vida itinerante sin más provisiones que las del día, etc.; rigorismo, que según testimonios de la época, generalmente no vivían en su vida privada); los electos se dividían en cuatro órdenes jerárquicos según distintas funciones que son poco conocidas. Los oyentes eran irredimibles, no están decididos a abstenerse de la contaminación de la materia; han de esperar a otra existencia para encarnarse en electos y ser incorporados al reino de la luz; mientras, han de vivir algunos mandamientos. Hasta el s. XVll constituyó esta secta una religiosidad popular extendida entre la mentalidad de pastores y mercaderes del Asia Central, que unía la superficialidad con intenso lirismo religioso y que producía la ilusión de una teofanía de luz tras las manifestaciones más cotidianas de la vida.

Respecto a Prisciliano, al que también ya se ha mencionado, no se sabe de sus orígenes; fue obispo de Ávila, y ejecutado por el emperador Máximo en Tréveris en el 385. No es seguro si fue ganado ya en su juventud a la secta de los electos (muy probablemente maniquea) procedente del Oriente. Hartberger (Priscillianea, Friburgo 1916, tesis inédita, 22,28,45) demuestra su dualismo y su astrología maniquea. Düllinger, Schepss y Künstle han mantenido su dependencia del maniqueísmo; mientras que Harnack Schaeder, Alphandéry y Lortz le consideran un mero rigorista que, como Marción, interpreta libremente y con criterios personales, racionalistas, las Escrituras, admitiendo más libros inspirados que los que constan en el Canon. Sus prescripciones morales acerca de la pureza y abstinencia de los elegidos son análogas a las de Manés.

Ideas dualistas, y algunos elementos de gnosticismo, se encuentran también, posteriormente, en diversos movimientos heréticos que se extienden hasta la Edad Media. Ya se han mencionado algunos: BOGOMILAS; CÁTAROS; ALBIGENSES; VALDENSES; BEGUINAS Y BEGARDOS; POBRES LOMBARDOS).

6. ¿Gnosticismo cristiano?

Algunos pensadores y jefes de secta gnósticos que hemos tratado se profesaban cristianos, por eso muchos autores le denominan gnosis cristiana, distinguiéndola de la pagana, atestiguada por el Poimandres del Corpus Hermeticum y por Filón de Alejandría (De specialibus legibus, 1,315-323) que cita como jefe de secta a Alejandro de Abotoneikos. De una gnósis judía parecen hallarse alusiones en la segunda Epístola de S. Pablo a los tesalonicenses (2,7-8), según Friedlánder que identifica el «misterio de iniquidad» con la Minuth o doctrina esotérica de carácter gnóstico. La impresión de haber existido en Palestina una fuerte corriente de este tipo con abandono de la ortodoxia sacerdotal y con antropología dualista se ha confirmado con los descubrimientos de Qumrán (cfr. Die Texte aus Qumran, en hebreo y alemán, ed. Lohse, Darmstadt 1964).

San Ireneo, en el Adversus Haereses, no condena inapelablemente el concepto mismo de gnósis, que puede ser entendida como una verdadera ciencia de Dios (11,39) que trata de profundizar en sus misterios, y el origen del mal lo explica a partir de la libertad humana y de la variedad de seres y de fuerzas cósmicas que, consideradas aisladamente, se oponen, pero que conjuntamente contribuyen a la armonía del todo. En esta concepción de gnosis ortodoxamente cristiana se halla ya el germen de la reflexión filosófica acerca de la fe que iba a desarrollar la escuela de Alejandría y, más tarde, la Edad Media y los siglos posteriores; pero es claro que esta reflexión de Ireneo no es una gnósis, en el sentido propuesto por Basílides y Valentín, de superación de la fe por la visión y la vivencia de ser portadores de emanaciones de la sustancia divina o Pléroma.

También para Clemente de Alejandría (n. en Atenas, el 150), hay una gnosis cristiana, y el verdadero objeto de la fe es precisamente la gnosis (Stromata, II,11), y ello le inspira tanto su método de exégesis alegórica en las Hyptypóseis, como su Protreptikós o exhortación a los paganos a aceptar y conocer gnósticamente los misterios del Logos que llama a todos los hombres, y su Paidagogós o introducción a la «verdadera filosofía divina». Sólo que esta gnósis se reduce a una reflexión científica, noética de los contenidos de la verdadera «filosofía» que es el cristianismo. Más que gnosis debería llamarse noésis, pues presenta un marcado carácter intelectual y moral que se despliega en caridad (agapé) y en contemplación (theoria), bajo la acción de la gracia (Camelot, Foi et gnosis, París 1945).

Orígenes (ca. 183-254) continúa la obra de Clemente y la supera. En el prefacio del Peri Arkhon expone su método y su intención científica: Se trata de constituir un cuerpo de doctrina coherente y fundado a partir de los contenidos de la Revelación pero sirviéndose de la razón cuanto sea necesario, ya para establecer bases filosóficas, ya para examinar, analizar, deducir, probar y descubrir analogías naturales. El fundamento de la doctrina mística de Orígenes es la concepción de Filón en su Comentario alegórico de las leyes santas (ed. Bréhier, 23-24) a los dos primeros cap. del Génesis, según el cual hubo una doble creación del hombre, uno celeste e inmaterial y otro terrestre y corpóreo.

Orígenes estaba tan lejos de profesar el dualismo antropológico de los gnósticos (verdadero fundamento del concepto de gnosis) que aun aceptando la concepción filónica interioriza a estos «dos hombres» y los unifica en el individuo humano: uno es el hombre interior, que se renueva cada día y que es capaz de gracia, de contemplación y de caridad y el otro es el hombre psíquico y sensorial que se debilita y se corrompe; a esta dualidad dentro del hombre corresponden dos inteligencias, psihké y noús y dos clases de amor, eros y agapé respectivamente (cfr. A. Nygren, Eros et Agapé, París 1944). En la obra Homilías in Numeros (XXVII), Orígenes establece la primera «escala» de grados de purificación mística en la historia del pensamiento cristiano. En la última etapa, el alma está en diálogo abierto con el Esposo (Dios), le ve, le oye, le huele, le toca y le habla, y esta vivencia constituye la verdadera gnosis (cfr. Homilías sobre el Cantar de los Cantares).

No cabe duda que este concepto de gnosis como experiencia mística, supera el concepto noético de Clemente, en lo que tiene de vivencia y se acerca algo al concepto de Valentín y del Poimandres; en este caso sólo Orígenes podría ser conceptuado como verdadero gnóstico cristiano, mas entonces también todos los místicos lo serían. La discriminación entre gnosis y experiencia mística no ha de fundarse tanto en el momento vivencial cuanto en el contenido de la experiencia, y éste difiere radicalmente en Orígenes, y en los místicos, del contenido de la gnosis propiamente dicha de Basílides, de Valentín y de las más sectas, que implica siempre un parentesco emanatístico y sustancial con el Pléróma divino.

Dadas esas diferencia, radicales nos parece que la expresión «gnosis cristiana» resulta equívoca, y que, sobre todo el término gnosticismo, debe reservarse a las sectas antes mencionadas.

En tiempos recientes el gnosticismo ha suscitado gran interés. Se han señalado diversas herejías o errores modernos como nuevas formas de gnosticismo (p. ej., J. Böhme, Hegel, el modernismo teológico, e incluso, en otro sentido, el marxismo). De hecho, con frecuencia la no aceptación plena de la Revelación por la fe, con los intentos de «humanizarla» y dar una demostración racional de todas las verdades o misterios que sólo se conocen por Revelación, produce, bajo la guía de modas o gustos personales, la aparición de unas «élites» intelectuales o dirigentes, más o menos cerradas, a las que únicamente resultan accesibles ciertas elucubraciones especulativas que vienen a ser como formas renovadas de un gnosticismo estéril.




Tomado de la GRAN ENCICLOPEDIA RIALP (GER), tomo nº 11, pp. 63-67.

10/02/2006 02:19
 
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El Diurnal de JAI
blogs.periodistadigital.com/eldiurnaldejai.php

En 1993 Samuel Huntington publicaba un ensayo titulado “Choque de civilizaciones” que, entre otras, defendía especialmente dos ideas: que los futuros conflictos internacionales tendrían origen cultural y se darían entre civilizaciones de orígenes históricos y religiosos diferentes y que los países islámicos, por su parte, sería difícil que pudiesen llegar a encajar en la definición occidental de países democráticos siendo muy difícil una convivencia armónica y unas relaciones pacíficas con ellos.
La reacción política ante esta idea del choque entre civilizaciones fue buscar argumentos convincentes para refutar esas principales hipótesis que planteaban todo un problema de convivencia internacional de difícil o imposible solución. En la línea de esos argumentos habría que enmarcar la famosa “Alianza de civilizaciones” de nuestro presidente.
Según la Real Academia de la Lengua al término “civilización” se le otorgan dos acepciones: “Estadio cultural propio de las sociedades humanas más avanzadas por el nivel de su ciencia, artes, ideas y costumbres” y “Acción y efecto de civilizar”. Poco que ver, en el fondo de la definición, con las reacciones que estos días podemos observar en diferentes países islámicos a las viñetas humorísticas que representaban a Mahoma y que fueron publicadas por varios diarios europeos. ¿Es eso civilización?. Evidentemente, tal y como lo entendemos en occidente, esas reacciones poco o nada tienen de civilizadas.
Si además comparamos la reacción ante el humor realizado a costa de Mahoma con el que en los países islámicos se realiza a costa de los judíos y su religión, entre otros, ¿no es además una incoherencia?.
Otra cosa, además, es comparar la reacción del Islam frente a unas caricaturas presuntamente ofensivas con las “tragaderas” que los cristianos tenemos frente a las ofensas casi continuas de espectáculos, revistas y cómicos graciosos. La virtud parece que no se asienta nunca en los extremos, ni en el de la intolerancia mas necia ni en el de la permisividad más indiferente.
Lo que si parece que ha aportado este conflicto a no pocas personas es, por fin, el esclarecimiento de lo que es eso de la “Alianza de civilizaciones”. Parece que, oídos muchos políticos europeos y entre ellos los que nos gobiernan, viene a ser algo así como que hay que respetar el Islam y sus símbolos religiosos, aún a costa de la libertad de expresión, porque si no sus seguidores más fanáticos se cabrean, pero a la vez, en occidente, hay que defender esa misma libertad de expresión aún a costa de la ofensa a lo sentimientos religiosos que a veces se convierte en abuso de la misma.
Frente al Islam prima el sentimiento religioso frente a la libertad de expresión pero en el caso del cristianismo, en Europa, es al revés.
Lo que no suelen decir los defensores de la “Alianza de civilizaciones” es que una condición esencial para que esta se pueda dar con unas mínimas garantías de existo es que en ambas partes haya personas, sentimientos, religiones y actitudes “civilizadas”. Lo de estos días parece indicar que, al menos por una parte, esa condición resulta todavía inalcanzable.
11/02/2006 17:47
 
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Imanuel Kant
(1724-1804)


Imperativo Categórico

O imperativo apodíctico. Mandato con carácter universal y necesario: prescribe una acción como buena de forma incondicionada, manda algo por la propia bondad de la acción, independientemente de lo que con ella se pueda conseguir. Declara la acción objetivamente necesaria en sí, sin referencia a ningún propósito extrínseco. Para Kant sólo este tipo de imperativo es propiamente un imperativo de la moralidad.

Los imperativos categóricos tienen la forma general "debes hacer X", o, en su versión prohibitiva, "no debes hacer X"; "debes ser veraz", "no debes robar", son ejemplos de imperativos categóricos. De todas formas es preciso tener cuidado porque la mera expresión lingüística no es suficiente para determinar si el imperativo que ha guiado nuestra conducta es hipotético o categórico: para averiguar si es uno u otro el caso es preciso referirse a lo que ha movido nuestra voluntad: si no hemos robado, nuestra conducta es conforme al deber (conforme al imperativo “no debes robar”), pero si no hemos robado por miedo a la policía, el imperativo que hemos seguido es hipotético (“no debes robar si no quieres tener problemas con la policía”); sin embargo, si no hemos robado porque la acción de robar es mala en sí misma, independientemente de si nos pueda detener o no la policía, entonces nuestro imperativo es categórico. Kant consideró que nunca se puede estar absolutamente seguro de que nuestra conducta no haya estado motivada por un interés o por algún temor, y por ello concluyó que cuando nos parece seguir un imperativo categórico siempre es posible que el imperativo por el que nos regimos sea hipotético.

Kant da también unas fórmulas generales del imperativo categórico, fórmulas que resumen todos los mandatos morales:

Fórmulas Del Imperativo Categórico

Fórmula de la ley universal

"Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal"

Fórmula de la ley de la naturaleza

"Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal de la naturaleza"

Fórmula del fin en si mismo:

"Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio"

Fórmula de la autonomía:

"Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de fines"

11/02/2006 17:53
 
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Imanuel Kant
(1724-1804)


Filosofía Crítica

Kant llama "filosofía crítica" al conjunto de investigaciones filosóficas que tienen como principal preocupación establecer los fundamentos y límites del ejercicio de la Razón.

Las tres conclusiones principales de la filosofía crítica son las siguientes:

la mente humana no puede alcanzar un conocimiento de la realidad en sí misma: el conocimiento metafísico le está vedado al ser humano;

el conocimiento sintético a priori es posible porque todo objeto cognoscible tiene que someterse a las condiciones formales de la experiencia que imponen nuestras facultades cognoscitivas;

el acceso a lo metafísico, vedado a la esfera del saber, es posible merced a la esfera moral.

Como sugieren los títulos de las tres obras principales de Kant ("Crítica de la Razón Pura", "Crítica del Juicio", "Crítica de la Razón Práctica"), la filosofía kantiana es una filosofía esencialmente crítica, culminando así la actitud básica de la filosofía moderna

16/02/2006 08:57
 
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Caricaturas de la religión
La Nueva España

JAVIER MORÁN

Una religión cuyo fundador, además de ejecutado en la ignominia, fue escarnecido, vestido de púrpura, coronado con espinas, escupido y adorado con mofa como estrafalario rey de los judíos posee la mejor referencia histórica de lo que es una caricatura, trágica, pero caricatura, sobre su personaje central.
Por eso yerran quienes arriman a su sardina el ascua de las recientes explosiones de violencia en el Islam, alegando que las caricaturas del periódico danés «Jyllands-Posten» son comparables en su ofensa a las agresiones que sufre el catolicismo en Occidente.
Esta tesis la acaba de manejar «L'Osservatore Romano», diario oficial del Vaticano, en un artículo de opinión que hace referencia a algunos casos de ofensas recientes al catolicismo acaecidas en España. Es el caso del espectáculo «La Revelación», del caricato Leo Bassi, representado estos días en el teatro Alfil de Madrid, y que caricaturiza al actual Papa y a su predecesor. Es el caso también del célebre cocinado de un Cristo, según receta absurda del Javier Krahe. A la lista se podría añadir aquella obra del Círculo de Bellas Artes titulada «Me cago en Dios», que fue asaltada en una de sus sesiones por dos nietos de Blas Piñar, que se liaron a puñadas con decorados, actores y director (por cierto, los nietos Piñar resultaron absueltos por el juez). Aquí mismo, un vídeo generosamente subvencionado por la UE mostró a un masajista haciendo lo propio sobre una joven tendida en el altar de la iglesia de la Universidad Laboral. La enumeración sería interminable, de tal manera que habría que ver muchas críticas y caricaturas del cristianismo para encontrar alguna que valga la pena. Luego diremos lo que significa valer la pena, pero a lo que vamos es a que hay mucha bazofia pretendidamente inteligente, bajo coartada religiosa, que después del calentón coyuntural cae en el absoluto olvido.
Por supuesto, defenderemos la libertad de expresión de sus autores, incluso en el caso de que sus mentes no hayan dado para más.
De hecho, en el capítulo de la mofa sobre el cristianismo en los últimos años sólo nos atreveríamos a salvar ciertas intuiciones de Albert Boadella y «Els Joglars» en algunas de sus obras, o aquella película de los Monthy Pyton titulada «La vida de Brian», una inteligente sátira sobre la profusión de grupos políticos y espirituales en tiempos de Jesucristo. Yendo un poco más atrás, vale la pena salvar fragmentos de «La Codorniz», secuencias de Berlanga, y no digamos de Fellini. Y vayamos todavía antes, en el plano literario, a Pérez de Ayala, o a Clarín, por citar sólo asturianos.
Y más atrás aún en el tiempo, saliéndonos de la vena satírica y yendo al ceño fruncido de la filosofía, la crítica a la religión de Feuerbach, de Marx, de Freud, de Comte o de Nietzsche han contribuido incesantemente a que la teología católica purificase sus postulados hasta la culminación de dicha tarea en el Concilio Vaticano II.
Precisamente, Nietzsche se lanzó sin compasión sobre las consecuencias de esa idea cristiana del Dios humillado, que es una figura teológica de primer orden, con escasas referencias equivalentes en otras religiones y creencias.
Para Nietzsche, los judíos, pueblo sacerdotal, elaboran una moral del esclavo, enalteciendo por mandato divino a humildes y desposeídos, hallando en el espíritu la compensación a la debilidad.
Curiosamente, y si se permite la extrapolación, ese estadio de la religión judaíca, inmediatamente heredado por el cristianismo, vendría a ser asimilable con el estadio actual del Islam: la casta sacerdotal agita las caricaturas danesas ante un pueblo iracundo para que se subleve contra Occidente, que es la clase dominante de los guerreros. Por su parte, el cristianismo sabe lo que es un Dios humillado, pero a continuación confiesa la resurrección, el triunfo, de aquel que ha sido motivo de escarnio. Esto, evidentemente, no lo contempla Nietzsche.
Dicho en plata, del Dios cristiano se podría decir de todo, porque de alguna manera todo ha sido dicho, en el plano más triunfante y en el más humillante. De ahí que su encaje con la libertad de expresión en Occidente no debería ofrecer dudas.
Otra cosa es que dicha libertad de expresión se enfrente a umbrales de sensibilidad excesivamente bajos, un tanto irracionales. Ahí no hay nada que hacer, salvo contemplar los chaparrones de creyentes que vivan como ofensas terribles las más estúpidas sátiras sobre la religión. Con más frialdad en la cabeza, lo que interesa es la calidad de de ese humor o de esa sátira, precisamente porque si son certeros el creyente obtendrá más reflexión que desasosiego.
Que el Islam va por otros caminos es un hecho palpable. Paciencia y respeto, en la medida de lo posible.
16/02/2006 09:43
 
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Tiempo Tiempo.

Mediodía estancado entre relentes.
Bomba aburrida del cuartel achica
tiempo tiempo tiempo tiempo.

Era Era.

Gallos cancionan escarbando en vano.
Boca del claro día que conjuga
era era era era.

Mañana Mañana.

El reposo caliente aún de ser.
Piensa el presente guárdame para
mañana mañana mañana mañana

Nombre Nombre.

¿Qué se llama cuanto heriza nos?
Se llama Lomismo que padece
nombre nombre nombre nombre.



César Vallejo



16/02/2006 09:47
 
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ÁGAPE

Hoy no ha venido nadie a preguntar;
ni me han pedido en esta tarde nada.

No he visto ni una flor de cementerio
en tan alegre procesión de luces.
Perdóname, Señor: qué poco he muerto!

En esta tarde todos, todos pasan
sin preguntarme ni pedirme nada...

Y no sé qué se olvidan y se queda
mal en mis manos, como cosa ajena.

He salido a la puerta,
y me da ganas de gritar a todos:
Si echan de menos algo, aquí se queda!

Porque en todas las tardes de esta vida,
yo no sé con qué puertas dan a un rostro,
y algo ajeno se toma el alma mía.

Hoy no ha venido nadie;
y hoy he muerto qué poco en esta tarde!




César Vallejo, 1918


16/02/2006 22:05
 
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Frases Célebres de Oscar Wilde.

Una de las más grandes plumas de la literatura universal, Oscar Wilde, falleció el 30 de noviembre de 1900. Nuestra colaboradora, la escritora Viviana O'Connell, directora de la publicación The Shamrock -medio oficial de la colectividad irlandesa de Rosario (Argentina)- presenta un artículo titulado Pecados de un irlandés en Londres, que acerca al lector la personalidad y obra del genial escritor irlandés, analizándola en el contexto social de su época, para lo cual también seleccionó una serie de sus más célebres frases y un fragmento del poema "Balada de la Cárcel de Reading". A un siglo de su muerte Sitio al Margen participó del homenaje que anunció en su agenda

Por Viviana O'Connell.

* La tragedia de la vejez no es ser viejo, sino haber sido joven.
* La tierra es un teatro, pero tiene un reparto deplorable.

* Los solteros ricos deberían pagar más impuestos. No es justo que unos sean más felices que otros.

* Sólo los superficiales llegan a conocerse a sí mismos.

* Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, me quedo dormido inmediatamente.

* Un hombre puede ser feliz con una mujer siempre que no la ame.

* A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

* Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.

* El artista es el creador de cosas bellas.

* Revelar el arte y ocultar el artista es el fin del arte.

* El crítico es el que puede traducir de otra manera o en un nuevo material su impresión sobre las cosas bellas.

* La más elevada, así como la más baja forma de crítica es una especie de autobiografía.

* Los que encuentran feas significaciones en las cosas hermosas están corrompidos sin ser encantadores, lo cual es un defecto.

* Los que encuentran bellas intenciones en las cosas bellas son los cultos. A ellos les queda la esperanza.

* Un libro no es nunca moral o inmoral. Está bien o mal escrito. Eso es todo.

* La aversión del siglo diecinueve por el Realismo es la rabia de Calibán al ver su propia cara en el espejo.

* La aversión del siglo diecinueve por el Romanticismo es la rabia de Calibán al no ver su propia cara en el espejo.

* La vida moral del hombre forma parte del tema del artista; pero la moralidad del arte consiste en el perfecto uso de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas ciertas pueden ser probadas.

* Ningún artista tiene simpatías éticas. En un artista, una simpatía ética constituye un imperdonable amaneramiento de estilo.

* Ningún artista es nunca morboso. El artista puede expresarlo todo.

* Pensamiento y lenguaje son para el artista instrumentos de un arte.

* Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el trabajo de un actor.

* Todo arte es a la vez superficie y símbolo.

* Los que quieren comprender el símbolo, corren también su riesgo.

* Es el espectador, y no la vida, a quien refleja realmente el arte.

* La diversidad de opiniones sobre una obra de arte demuestra que la obra es nueva, compleja, vital. Cuando los críticos discrepan, el artista está de acuerdo consigo mismo.

* Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad.

* Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas.

* En estos tiempos los jóvenes piensan que el dinero lo es todo, algo que comprueban cuando se hacen mayores.

* Como mala persona soy un completo desastre. Hay montones de gente que afirman que no he hecho nada malo en toda mi vida. Por supuesto sólo se atreven a decirlo a mis espaldas.

* A veces pienso que al crear al hombre, Dios sobrestimó un poco Su habilidad.

* No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.

* Sólo hay una cosa en el mundo peor que estar en boca de los demás, y es no estar en boca de nadie.

* Para la mayoría de nosotros la verdadera vida es la vida que no llevamos.

* El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer.

* Adoro los placeres sencillos, son el último refugio de los complejos.

* Mientras que para la sociedad no existe mayor pecado que la vida contemplativa, los más cultos opinan que la contemplación es la ocupación natural del hombre.

* Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.

* En el arte como en el amor la ternura es lo que da la fuerza.


www.almargen.com.ar/sitio/seccion/literatura/wilde/index...
16/02/2006 22:12
 
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Teología como la misma palabra sugiere es el discurso sobre Dios y sobre todas las cosas vistas a la luz de Dios. Es una particularidad de nuestra especie que, en un momento de la evolución de millones de años, haya surgido la conciencia de Dios. Con esta palabra - Dios - se expresa un valor supremo, el sentido último del universo y de la vida y la Fuente originaria de donde provienen todos los seres.

Este Dios habita siempre el universo y acompaña a los seres humanos. Los textos sagrados de las religiones y de las tradiciones espirituales dan testimonio de la permanente actuación de Dios en el mundo. Él siempre actúa favoreciendo la vida, defendiendo al débil, ofreciendo perdón al caído y prometiendo la eternidad de la vida en comunión con Él.

Pertenece a la fe de los cristianos afirmar que Dios se acercó a la existencia humana y Él mismo se hizo Dios en Jesús de Nazaret. Se anticipa así la promesa de unión bienaventurada con Él, que será el destino de todos los seres y de toda la creación.

Entre las muchas funciones de la teología dos son en la actualidad las más urgentes: colaborar en la liberación de los oprimidos que son nuestros cristos crucificados hoy y ayudar a preservar la memoria de Dios para que no se pierda el sentido y la sacralidad de la vida humana, amenazada por una cultura de la superficialidad, del consumo y del entretenimiento. Debemos unir siempre fe con justicia, de donde nace la perspectiva de liberación, y mantener siempre encendida la llama de la lamparina sagrada, donde se alimenta la esperanza humana de un futuro bueno para la Tierra y para la humanidad.

Leonardo Boff
19/02/2006 22:40
 
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Ecología social
La segunda -ecología social- no quiere sólo el medido ambiente, quiere el ambiente entero. Inserta al ser humano y a la sociedad dentro de la naturaleza. No se preocupa únicamente de embellecer la ciudad con mejores avenidas, plazas o playas más atractivas, prioriza también el saneamiento básico, una buena red de escuelas y un servicio de salud decente. La injusticia social significa violencia contra el ser más complejo y singular de la creación, que es el ser humano, hombre y mujer. Él es parte y parcela de la naturaleza. La ecología social propugna un desarrollo sostenible, que atiende a las carencias de los seres humanos de hoy sin sacrificar el capital natural de la Tierra, tomando también en consideración las necesidades de las generaciones del mañana, que tienen derecho a satisfacerse y a heredar una Tierra habitable, con relaciones humanas mínimamente justas. Pero el tipo de sociedad construida en los últimos 400 años impide realizar un desarrollo sostenible. Es energívora, ha montado un modelo de desarrollo que saquea sistemáticamente todos los recursos de la Tierra, y explota la fuerza de trabajo.

En el imaginario de los fundadores de la sociedad moderna el desarrollo se movía entre dos infinitos: el infinito de los recursos naturales y el infinito del desarrollo hacia el futuro. Pero dichos presupuestos han revelado ser una ilusión. Los recursos no son infinitos, la mayoría se está agotando, principalmente el agua potable y los combustibles fósiles. Y el tipo de desarrollo lineal y creciente hacia el futuro no es universalizable. Por lo tanto no es infinito. Si las familias chinas quisieran tener los automóviles de las familias norteamericanas, China se convertiría en un inmenso estacionamiento. No habría suficiente combustible y nadie se podría moverse.

Carecemos de una sociedad sostenible que encuentre para sí el desarrollo viable que satisfaga las necesidades de todos. El bienestar no podrá ser solamente social, tendrá que ser sociocósmico. Deberá atender a los demás seres de la naturaleza, como las aguas, las plantas, los animales, los microorganismos, pues todos juntos constituyen la comunidad planetaria en la que nos incluimos y sin ellos nosotros no podríamos vivir.


www.leonardoboff.com
26/02/2006 22:50
 
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La fe del Islam nos cuestiona

Muchas son las lecturas que se están haciendo acerca de las reacciones musulmanas por causa de las caricaturas de la figura de Mahoma. Ninguna de las que he leído hasta ahora llega, a mi modo de ver, al meollo de la cuestión. Quien más se acercó fue Mauro Santayana, aquí en el Jornal do Brasil . Necesitamos profundizar más en el análisis pues en él se esconde la espoleta de una probable guerra de civilizaciones preconizada por Samuel P. Huntington en su discutido libro El choque de las civilizaciones (1996).

Se equivocan quienes piensan que se trata de fundamentalismo. Para el Islam por detrás de las caricaturas está la cultura moderna de occidente hoy globalizada. Es considerada como una cultura sin fe, inmoral, explotadora, belicosa, arrogante y violadora de tratados del orden mundial. Se juzga universal y por eso digna de ser impuesta a todo el mundo: un pretendido universalismo que se transforma en imperialismo, como se ve explícitamente en la política externa de Bush y en declaraciones de Berlusconi. Hay que reconocer que la mayor fuente de inestabilidad y de posible conflicto en un mundo pluricivilizacional es precisamente Occidente. Su arrogancia, incrustada también en las iglesias cristianas, puede llevarnos a todos a perder.

Para Occidente, por detrás de las reacciones a las caricaturas está el radicalismo islámico fundado en el orgullo de su cultura y en el sentimiento de superioridad por mantener viva la fe pública en Dios. Está también el rencor por el hecho de estar sus territorios militarmente ocupados por causa del petróleo y de ser considerados antimodernos, fundamentalistas y nichos del terrorismo mundial.

Nos encontramos aquí con prejuicios mutuos que, resucitados en un contexto globalizado, pueden generar una violencia incontrolable.

Pero la verdadera manzana de la discordia reside en la fe y en el lugar que ella debe ocupar en la vida personal y social. Las sociedades modernas occidentales son hijas de la razón ilustrada. Sólo se legitima aquella realidad que pasa por la criba de la razón crítica, y por esa criba no ha pasado la fe tradicional. La fe no es un factor determinante en la sociedad. Ha sido relegada al mundo privado. Mirándolo desde afuera, el Occidente socialmente no tiene fe. Se vive etsi Deus non daretur ( « como si Dios no existiese » ), según la famosa formulación del teólogo-mártir del nazismo D. Bonhoeffer que antevió ese oscurecimiento social de la fe.

Tal punto de vista es inaceptable para el Islam. Para él es impensable una sociedad sin una dimensión institucional de fe. Es no ver sentido en el universo sustentado por el Creador del cielo y de la tierra, es desconocer a los seres humanos como hermanos y hermanas. Esto no conduce necesariamente a un estado teocrático como podemos comprobar hoy en Indonesia, el mayor país musulmán del mundo. El Estado reconoce explícitamente en su organización la fe en Dios, sin identificar ese Dios con el del Islam, ni con el del Cristianismo o el de otras religiones. Es un estado no confesional, con fuerte identidad nacional y fe ecuménica. La herencia irrenunciable de Mahoma es esta proclamación pública de Dios y de la hermandad de todos los seres humanos, valores tenidos en Occidente por pre-modernos.

Hacer caricaturas del Profeta es hacer irrisión de esta fe que orienta la vida de millones de personas. De ahí la reacción comprensible de los musulmanes del mundo entero. La fe es central en el Islam pero es irrelevante en Occidente. Las caricaturas buscan ridiculizar esta diferencia. El irrespeto de lo Sagrado es una muestra de la irrefrenable decadencia espiritual de Occidente.

Leonardo Boff
28/02/2006 08:14
 
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ROSARIO - Ya estas otra vez en Rio, o todavia en Lima?...No se cuantas horas necesitas para los engrandimientos, pero son preciosos - Tu galeria es un gran HIT en el Forum! Y ademas, sostener todas las otras secciones a solas como haces! Como es que no podemos atraer otras hispanoparlantes, ni siquiera una de Espana, por ejemplo?
28/02/2006 09:12
 
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Continuo en Lima, Teresa....hasta el fin de semana o talvez me tenga que ir antes....
Bueno, no és facil encargarme de todo, no sé como consigo hacerlo, a veces me da ganas de pedir a ratzgirl que cierre la secciòn, pero me da pena pues yo veo que visitas las hay, lo que no hay mucho son posts....talvez pqorque las personas no entiendan muy bien el españnol o no lo sepan escribir muy bien.....Pero ni ni yo misma lo sé

Cuanto a atrair nuevos hispanoparlantes, intenté hacerlo aqui en Lima, pero para ser sincera, la memória de Juan Pablo II continua muy viva por aqui, mientras que Benedicto XVI permanece una figura muy lejana y desconocida.
Diferente que en Brasil, donde ya está comenzado a ser conocido y admiirado.
Cuanto a las fotos ,lo más dificil és escojer aquellas que pueden o no ser agrandadas sin perder la definicion de la imagen....y escojer las mas bellas.
Esperemos para que aparezcan mas personas que entiendan español y se animen a postar.....como silvie .france, a quien agradezco por los posts que hizò,principalmente sobre la aparicion de la Virgen en La Salette,realmente un asunto muy interesante.

[Modificato da @Nessuna@ 28/02/2006 9.14]

01/03/2006 00:17
 
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GRACIAS POR LA RESPUESTA, Rosario. Te voy a escribir por FFZ e-mail. DE veras, lo que tu haces es heroica! Y se ve que hay muchas cosas interesantes que pasan en el mundo hispano de que no se da cuenta por otras partes. Ojala que conseguimos mas partecipacion!
04/03/2006 04:48
 
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Habla el último sobreviviente de la «Rosa Blanca», jóvenes que desafiaron a Hitler

Su historia ha sido llevada a la gran pantalla

TRENTO, viernes, 3 marzo 2006 (ZENIT.org).- «A los jóvenes de hoy querría dar este consejo: no calléis cuando veáis una injusticia. Y buscad amigos que tampoco quieran callar. Ésta fue la historia de la “Rosa Blanca”», cuenta el último superviviente del grupo, Franz Josef Müller.

Müller tenía 18 años cuando fue condenado por un tribunal militar de Munich por haber impreso y difundido octavillas anti-nazistas junto a los hermanos Scholl.

Con 81 años, actualmente es el último testigo de la resistencia pacífica de la «Rosa Blanca»; fue procesado en abril 1943 y condenado a cinco años de prisión. Otros miembros del grupo también sufrieron encarcelamiento, o llegaron a ser ejecutados.

Ese último fue el final de Hans y Sophie Scholl --cuya historia revive en estos momentos la gran pantalla con la película titulada con su propio nombre--, y su amigo Christoph Probst: estudiantes universitarios de 24, 21 y 23 años respectivamente. Fueron acusados de propaganda antinazista y condenados a muerte en febrero de aquel año.

La «Rosa Blanca» nació por iniciativa de seis amigos de Munich: cinco estudiantes -Alexander Schmorell, Hans y Sophie Scholl, Willi Graf y Christoph Probst- y un profesor universitario, Kurt Huber.

Hace tiempo que monseñor Helmut Moll --de la archidiócesis de Colonia--, consultor teológico en la Congregación para las Causas de los Santos, dijo: «Si tuviera que proponer para la JMJ [Jornada Mundial de la Juventud] de Colonia de 2005 un modelo de santidad, elegiría a los jóvenes de la “Rosa Blanca”, estudiantes ortodoxos, protestantes y católicos de Munich que en 1942 lucharon para defender ante el nazismo la dignidad del hombre y de la religión» (Zenit, 12 diciembre 2003).

El grupo había osado desafiar a Hitler y en nueve meses escribió y distribuyó seis octavillas contra el régimen --exhortando al pueblo a que abriera los ojos-- en varias ciudades del sur de Alemania, empujados por la tiranía de aquél y por la experiencia directa de la guerra en el frente oriental.

Dichos jóvenes --«ricos en fe, con una profunda visión ecuménica»-- «habían entendido que [el nazismo] representaba una gran amenaza y en seis octavillas lo denunciaban claramente tomando posiciones contra las deportaciones de los judíos», explicó monseñor Moll, vicepostulador de la causa de canonización de Edith Stein y de Nicolas Gross, ambos ya elevados a los altares.

Franz Josef Müller y su esposa Britta se cuenta actualmente entre los promotores de la Fundación «Rosa Blanca» de Munich, visitada cada año por más de 20.000 personas.

Pero él mismo habla a los estudiantes de todo el mundo, como recientemente ha hecho en Japón o en el colegio arzobispal de Trento, donde mantuvo un encuentro con medio millar de jóvenes al margen de la exposición «Rosa Blanca. Rostros de una amistad» (Zenit, 24 julio 2005).

«Avvenire» ha mantenido con él esta conversación.

--Doctor Müller, la reciente película de Marc Rothemund, en la carrera de los Oscar como mejor película extranjera, ha presentado al mundo figura de Sophie Scholl. Usted la conoció personalmente. ¿Cómo la recuerda?

--Müller: Pequeña de estatura. Seria, pero también serena. No era rubia, sino de cabello moreno, muy vivaz. Parecía una muchacha italiana. Me encontraba con ella al volver de clase, pero en Alemania entonces no se podía hablar con una joven dos años mayor. En cuanto a la película, me ha parecido muy buena, pero está centrada en la figura de Sopbie, mientras que en la «Rosa Blanca» había otros treinta jóvenes.

--Y de su hermano, Hans Scholl, también guillotinado en 1943 por alta traición, ¿qué recuerdo conserva?

--Müller: Hans había estado al principio en la juventud hitleriana, había conocido a los nazis. Nos contaba las órdenes de aquellos, la dureza con los jóvenes. Si un chaval osaba decir: «Yo pensaría que...», era inmediatamente interrumpido: «No pienses demasiado. Eso déjalo a los caballos, que tienen la cabeza más grande».

--Parece imposible que durante largos meses lograran que no les descubrieran...

--Müller: Se buscaba refugio en los bosques o en casa de familiares en pueblos pequeños. Nos daban hospitalidad también algunos párrocos católicos. A veces se ponían la estola de confesar y nos decían: ahora puedes hablar libremente; estas cosas no las debo decir a nadie.

--A propósito: se ha dicho que la Iglesia católica, a partir del Papa, habría podido hacer algo más...

--Müller: Mire, hasta yo aún hoy me pregunto: ¿habría podido hacer algo más? En Alemania entonces había también muchos católicos cuya vida estaba en peligro. Párrocos y obispos, el mismo Papa dijeron palabras iluminadoras; ¿pero cómo habrían podido oponerse más al poder, sabiendo que los católicos habrían pagado las consecuencias de ello? Escuchando los radio-mensajes del Papa, nosotros captábamos entre líneas sus indicaciones.

--¿Hasta qué punto conocían sus familias la actividad clandestina contra Hitler?

--Müller: No había dicho nada a mis padres; a mi padre le habría dado un infarto. Creo que fue un sacerdote católico el que les informó gentilmente. Y cuando la Gestapo irrumpió en mi casa, el valiente no fue mi padre, aunque había sido condecorado con la Cruz de Hierro en la guerra, sino mi madre, quien había escondido todas mis cartas en el horno de dulces. No las encontraron.

--¿Quién le traicionó?

--Müller: El que dio mi nombre a la Gestapo era un conocido, un enfermo. Le he perdonado: aún vive y a veces nos vemos.

--Hablando a los jóvenes de Trento, les ha dicho que el día de la condena a cinco años de reclusión fue el peor de su vida.

--Müller: Me sentía aliviado de que me cayeran sólo cinco años, pero estaba abatido viendo a tres amigos encaminarse a la muerte. A la salida del tribunal nos abrazamos durante un largo tiempo, sin conseguir decirnos nada. Puedo decir, sin embargo, que aquel día todos sabíamos que habíamos sido derrotados por la causa de la libertad y la dignidad del hombre.

--¿Puedo pedirle un juicio sobre los neonazis en la Alemania de hoy?

--Müller: No veo ahí un peligro, porque no se dan las condiciones de los años veinte con el alto desempleo y el resultado de una guerra recién perdida. Por otro lado los neonazis representan una parte verdaderamente pequeña. En todo pueblo existe un porcentaje mínimo de personas... disparatadas.

--¿A qué están llamados hoy los jóvenes?

--Müller: Al valor civil. Es necesario rebelarse siempre cuando uno se encuentra en un Estado en el que la violencia vale más que el Derecho. El terrorismo hoy tiende a superponer la violencia al Derecho.


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