Trabajadoras a tempo determinato

Riporto qui di seguito un racconto letto in un forum cubano.

Situazioni simili, per quanto riguarda specialmente ragazze provenienti da paesi dell'est, sono molto frequenti in Svizzera. Sono frequenti anche in Italia


Una vez contraté a una cubana. Estaba recién llegada de Cuba y, por recomendación de alguien, se presentó en la oficina. Había venido por una carta de invitación que le había hecho su madre -que estaba casada con un español- y tenía un visado por 3 meses. También decía que tenía un título, aunque yo nunca lo llegué a ver. Físicamente era muy agraciada.

Le dije que iba a empezar haciendo pequeños recados, ofreciendo una coca-cola o un café a los visitantes, cuidando la limpieza y los pequeños detalles de la oficina. En fin, un trabajo bien sencillo, y ya veríamos sobre la marcha lo que era capaz de hacer. Si todo iba bien le arreglaríamos los papeles, que entonces era más fácil que ahora.

Me pidió dinero por adelantado y un teléfono móvil. Sabiendo que acababa de llegar de Cuba me pareció razonable su petición: le di algún dinero y le dejé un teléfono móvil .

El primer día ya llegó con una hora de retraso. El segundo día igual; estaba medio dormida y no daba pié con bola en la oficina: derramaba el café, parece que no entendía lo que se le decía y se dedicaba a entretener a quienes trabajaban. Le dije que en España había que ser puntual en el trabajo y esmerarse más. Me respondió que sería puntual y que prestaría más atención a su trabajo.

Pero el tercer día me llamó para decirme que se iba a retrasar media hora, que ya estaba saliendo de su casa. Le respondí que ya no viniese, que se quedase en su casa, que prescindíamos de ella, y que me devolviese el móvil dejándolo en una cafetería donde yo lo recogería.

Durante varios días le estuve pidiendo que me devolviese el móvil, más que por el móvil en sí por unos números de teléfono que tenía grabados en la tarjeta. Pero ella, ni caso. Así que encargué al investigador de la oficina que la localizase, pues no habíamos tenido tiempo ni de hacerle una ficha con su dirección. Al día siguiente me dijo que trabajaba de puta por las noches, en un puticlub de baja categoría en el centro de Madrid, del que me dio la dirección.

Esa misma noche me presenté en el puticlub donde trabajaba. Le pedí mi teléfono móvil y comenzó a decir que era suyo, que ella lo había comprado. Armó tal escándalo que llegó el dueño del puticlub a quien expliqué lo que ocurría, y fue él mismo quien tuvo que abrir su bolso, sacar el móvil y entregármelo.

Con este motivo, tuve una conversación con el dueño del puticlub. Lo que más me intrigaba es cómo trabajaba allí, en un sitio de mala muerte donde cobraba 100 Euros por un completo cuando, con lo bien que la había dotado la naturaleza y con cierta distinción en sus ademanes, podría trabajar en un sitio más fino y cobrar 300 Euros por sesión. El dueño del puticlub me lo explicó:

- Ella sabe lo que hace. Aquí cobra la tercera parte que en otro sitio más fino, pero es que aquí rompe. Puede tener 3, 6, ó 10 veces más clientes que en esos sitios más finos. Todos los clientes quieren ir con ella.

Me fijé bien en ella ahora que estaba en bragas y sostén, y comprobé que, sin ninguna duda, era la mejor de todas las que estaban expuestas.

- Bueno, pero tiene que aguantar a muchos más tíos que en otro sitio -le respondí.

- Eso a ella no le importa. Para 3 meses que va a estar aquí le da lo mismo. Si fuese a estar más tiempo sería agotador tirarse de 5 a 10 tipos cada día.

- ¿Diez veces en una noche? -pregunté sorprendido.

- Ahora todavía no porque lleva sólo 3 días. Pero la otra vez que estuvo se hacía 5 y 7 cada día, y los fines de semana más. Alguno la esperaba hasta que terminaba su media hora con otro en el privado.

Cada vez estaba más sorprendido.

- ¿Había estado aquí antes? -le pregunté.

- Si, la otra vez que estuvo en España. Hace año y medio aproximadamente.

- Me había dicho que era la primera vez que venía a España.

- Viene cada año o cada año y medio y está aquí 3 meses. A los 3 meses se vuelve a Cuba y se lleva 5.000 Euros limpios, que allí es una fortuna. Allí dirá que ha estado de vacaciones en España, no va a decir que ha estado de puta.

- Pero si vino a verme porque quería un trabajo serio…

- A esta no le interesa un trabajo serio. ¿Dónde va a ganar más que aquí?

No quise saber más. Aunque él estaba dispuesto a darme toda la información que le pidiese, pagué mis consumiciones y salí de aquel local.