Estimado Mr. Kayak:
Con gusto te respondo a tu pregunta. Pero te pido perdón por no poder hacerlo en italiano.
La secuencia de sexo entre Uria y Dago ha sido dibujada con algunas variaciones respecto a las indicaciones de Robin. Siempre respetando la intención narrativa muchas veces debo modificar la secuencia y/o la cantidad de viñetas de una determinada escena.
En el caso que nos ocupa, la idea a transmitir era la de un explosivo desenlace de una intensa pasión acumulada entre Uria y Dago. La página no debía decir: “te quiero” si no “te deseo” o “tengo hambre de ti”.
Por eso, a diferencia de otras escenas similares, en esta no he utilizado figuras en penumbras ya que necesitaba mostrar toda la “carnalidad” del evento evitando en lo posible toda atmósfera demasiado romántica que conspiraría con la casi animalidad del momento.
En estas páginas, como en todas, juega un papel importante la composición. La composición no es solo la distribución y el tamaño de los cuadros, la disposición de las masas blancas, negras y grises, etc. si no también es el trazado de las invisibles líneas visuales que guiarán la mirada del lector a través de la página. La complejidad visual de los sucesivos cuadros determinará la velocidad del recorrido de dicha mirada produciendo una subjetiva sensación de movimiento o quietud.
Tomemos como ejemplo la página siguiente a la que Uria se desviste. En el primer cuadro Dago se abalanza con cierta violencia sobre Uria en un movimiento hacia la derecha que lleva el ojo del lector hacia el próximo cuadro. En este cuadro, por proximidad, el primer elemento de interés con el que se encuentra la mirada es la cara de Uría. Naturalmente el ojo del lector baja siguiendo el recorrido de su cuerpo sugiriendo subliminalmente el recorrido de la cabeza de Dago. De aquí saltamos a la cabeza de Dago del próximo cuadro. La mirada nuevamente desciende hacia la cara de Uria pasando obligadamente por los cuerpos escorzados de ambos. Aquí he intentado contrastar la tensión muscular y la aspereza del cuerpo de Dago con la tersura de la piel de Uria. Siguiendo el recorrido visual, de la cabeza de Uria saltamos a la cabeza de Uria del último cuadro. Ahora el ojo, guiado por el cabello y las curvas de la espalda de la mujer asciende hasta la cabeza de Dago describiendo un círculo con el cuadro anterior y quedando momentáneamente atrapado en la secuencia.
Como tal vez hayas notado, se establece una especie de “conectores” entre cuadritos. Estos conectores funcionan por el principio de proximidad y similitud y en este caso son las cabezas de Dago y Uria.
Lógicamente este recorrido “sugerido” no es mas que eso. Los recorridos visuales están ampliamente influidos por los intereses de los lectores que son muy variados.
Espero haber podido satisfacer tu curiosidad.
Tengo que confesarte a ti y a los amigos del foro que me ha resultado gratamente sorprendente la profundidad de vuestros análisis respecto a esta secuencia de Dago. Me han hecho volver a estudiar las páginas mensionadas y darme cuenta de algunas cosas que debo corregir y otras que he elaborado inconcientemente y que seguramente tendré presente para próximas ocasiones similares.
Se me confirma una certeza que siempre he tenido: de la sana crítica y del debate inteligente todos salimos ganando.
Un abrazo a todos
Carlos Gomez