Si se comparan las cifras de 2020 con las de 2019, que fue el último ejercicio en que el turismo alcanzó unos resultados razonables, si bien con una tendencia a la baja, la caída de las entradas llegó a un 75% entre los dos ejercicios, después de un primer trimestre en que la temporada alta en el Caribe funcionó, antes de que se desataran los confinamientos internacionales por la pandemia.
Los ingresos descendieron a la mitad, en un 56,4%, porque la moneda en que se calcularon, el CUC, lo permitía. Las pernoctaciones hoteleras de los extranjeros y la tasa de ocupación, como indicadores de gestión, descendieron un 68,1% y prácticamente la mitad, en tanto que las pernoctaciones de nacionales disminuyeron, pero menos, un 48,1%.
Las tendencias del sector en 2021 no han mejorado, todo lo contrario. Los últimos datos relativos al período que media entre enero y mayo indican unas entradas de 137.138 turistas del exterior, lo que significa una caída del 89% con respecto a los resultados de 2020, que como ya se pudo exponer, fueron malos. El sector sigue colapsado con perspectivas muy poco halagüeñas para los próximos meses, en tanto que la pandemia sigue afectando
Si no se quiere perder la temporada alta del Caribe, que comienza en el mes de noviembre, los esfuerzos deberían orientarse a eliminar la incidencia de la COVID-19 en la Isla, como objetivo prioritario